Todd Boehly, nuevo propietario del Chelsea tras la venta obligada por parte de Roman Abramovich, ha demostrado que no tiene mucha paciencia. Tras un estreno irregular en la Premier League (tres victorias, un empate y dos derrotas) y un inesperado tropiezo en el partido inaugural de la Champions League en casa del Dinamo de Zagreb, la recién llegada directiva ha tomado su primera decisión importante al frente del club de Londres: la destitución de Thomas Tuchel como técnico del equipo.
El despido se produjo el miércoles por la mañana en una reunión en el centro de entrenamiento de Cobham, y se espera que Arno Michels, Zsolt Löw y Benjamin Weber, acompañantes de Tuchel en el banquillo, se vayan con él. No ha sido el único damnificado de la primera jornada de Champions: Domenico Tedesco también dejará de ser entrenador del RB Leipzig, aunque en su caso la situación es más justificable, con solo una victoria en cinco encuentros de Bundesliga y dos duras goleadas esta semana.
"En nombre de todos los miembros del Chelsea, al club le gustaría agradecer a Thomas y su staff por sus esfuerzos durante su tiempo en el equipo. Thomas tendrá un lugar asegurado en la historia del Chelsea tras ganar la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes en su tiempo aquí", comienza la nota publicada por el conjunto inglés en su página web. "Coincidiendo con los primeros 100 días de los nuevos propietarios al frente del club, continuando con su duro trabajo de llevar al Chelsea adelante, los nuevos dueños creen que es el momento de llevar a cabo esta transición. No habrá más comentarios hasta que un nuevo entrenador sea presentado", explican.
Los nuevos dueños creen que es el momento de llevar a cabo esta transición
Detrás de esta decisión, por lo tanto, parece haber una intención de los nuevos propietarios de dar un golpe sobre la mesa y hacerse notar. Todd Boehly entendió que había jugadores que no estaban contentos con las ideas tácticas del exentrenador del Borussia Dortmund y tomó cartas en el asunto. Deportivamente, las causas son poco comprensibles, a pesar del irregular comienzo y del tropiezo contra el Dinamo de Zagreb. Tuchel, que el verano pasado había renovado su contrato hasta 2024, tenía al equipo en la sexta posición en Premier y acababa de recibir a sus últimas incorporaciones, Wesley Fofana y Pierre-Emerick Aubameyang. Contaba con el apoyo de jugadores y aficionados, que ya están manifestando su sorpresa a través de las redes sociales.
Tuchel, en el banquillo durante su último partido al frente del equipo
El técnico alemán, artífice de uno de los mejores momentos de la historia reciente del Chelsea, no tuvo tiempo a amoldar estas nuevas piezas a su siempre característico sistema. Bajo su mando, el equipo demostró una gran solvencia y desplegó un fútbol muy intenso y vertiginoso para conquistar la Champions League en 2021. Por el camino dejaron a conjuntos de la entidad del Atlético de Madrid, el Real Madrid (al que apabullaron, no en el marcador, pero sí con un juego basado en la solidez, la presión y el ritmo elevado) y al Manchester City, que partía como absoluto favorito en la final. A la Liga de Campeones le siguieron la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, además del The Best, reconocimiento de la UEFA al mejor entrenador del año. Argumentos insuficientes a ojos de la nueva directiva blue.
Recientemente arrancó su segunda temporada completa al frente del equipo, después de un meritorio tercer puesto en la Premier League el año pasado. Si bien es cierto que no han empezado al nivel de los dos años anteriores, dejándose puntos contra el Southampton y el Leeds y empatando en un derbi subido de tono con el Tottenham, hay que reconocer que tras el terremoto institucional que sacudió al club y la revolución en el vestuario, con unas seis caras nuevas en el once inicial, Tuchel seguramente necesitaba un margen de adaptación y acción para que el nuevo proyecto echase a andar.
Tuchel besa el trofeo de la Champions conquistado en 2021
Todd Boehly y su equipo están decididos a dejar su huella en el apartado deportivo, como ya lo había hecho Abramovich en la anterior etapa, la más exitosa de la historia del club. Han dado varios golpes en el mercado de fichajes (Marc Cucurella, Aubameyang, Fofana, Raheem Sterling o Kalidou Koulibaly) y ahora deciden poner su sello también en el banquillo. Lo cierto es que, aunque las incorporaciones puedan resultar positivas para el rendimiento del equipo, los precios pagados han sido desorbitados, seguramente muy por encima del valor de mercado de todos ellos. Ahora han tomado la decisión de despedir al encargado de crear un grupo campeón de Europa de la nada. Los nombres que empiezan a sonar son los de Mauricio Pochettino y Zinedine Zidane, los dos técnicos contrastados que se encuentran disponibles. Según The Guardian, también interesa Graham Potter, entrenador del Brighton.
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