Pep Guardiola vivió un carrusel de emociones en el partido contra el Aston Villa en el Etihad Stadium que finalmente acabó con el título de la Premier League para su Manchester City. El técnico catalán vio cariacontecido como los 'villanos' se adelantaban y su cara se convirtió en un poema con el segundo gol de los visitantes.
Pero con la entrada de Gündogan en el segundo tiempo sus sentimientos de frustración y decepción se tornaron primero en esperanza y posteriormente en euforia. El de Santpedor celebró cada uno de los tantos de la remontada con rabia y alegría, en especial el segundo del centrocampista alemán y a su vez el tercero de los cityzens, el que les daba el título en el minuto 81.
Desde la banda, el entrenador vivió con tensión los últimos minutos y explotó de felicidad con el pitido final. Se fundió en un abrazo con todos sus ayudantes y algunos jugadores mientras los aficionados invadían el campo para acercarse a sus héroes. Guardiola no pudo contener las lágrimas cuando se volvió a abrazar con Juanma Lillo, su segundo.
El catalán ganó su cuarta Premier League desde que llegó al Manchester City y felicitó al Liverpool, el rival que les ha llevado hasta el límite, hasta prácticamente el último minuto de la jornada final. "Nunca he visto a un rival tan duro como el Liverpool. Nos han ayudado a ser mejores cada temporada", dijo a Sky Sports.
"Si hemos ganado cuatro títulos en cinco años es porque estos chicos son especiales. Ganar en casa, con nuestra afición, es lo mejor. El Villa lo ha dado todo, pero cuando encontramos el gol cambió todo", añadió Guardiola. Sobre la posibilidad de que amplíe su contrato con los skyblue más allá del 2023, Guardiola dijo que ahora mismo no tiene "fuerzas para pensar en la próxima temporada" y que por el momento jugará al golf.