A sus 40 años, Zlatan Ibrahimovic vio en el estadio de Silesia de Chorzów como se escapaba su último tren a un Mundial. El icono de Suecia, el mejor jugador del combinado nórdico en las últimas dos décadas, sucumbió ante otro gigante del área como Robert Lewandowski, que guió a Polonia a la cita mundialista con un gol de penalti. Zielinski selló el pase con el segundo tanto (2-0).
Los suecos, sin ‘Ibra’ en el once inicial, llegaban al duelo más castigados físicamente tras ganar en la prórroga, de manera agónica, a la República Checa (1-0) en la anterior ronda, mientras que los polacos se habían clasificado para la final de la repesca sin jugar por la descalificación de Rusia.
El guion del partido saltó por los aires en el minuto 47 con un claro penalti de Karlström sobre Krychowiak
Pero el esfuerzo de los escandinavos no se notó en un partido que estuvo gobernado en el inicio por el miedo, por la tensión de lo que había en juego. Ambas selecciones, acostumbradas a ser reactivas y no a llevar la manija de los partidos, primaron la defensa para evitar errores sobre un césped castigado por intensa lluvia.
Durante los primeros 45 minutos Suecia llevó ligeramente las riendas del encuentro ante una Polonia agazapada que, sin embargo, fue incapaz de conectar con un Lewandowski demasiado aislado. Gracias a una buena presión adelantada de los suecos en el 18, Forsberg dispuso de la ocasión más clara en el primer tiempo, pero se topó con Szczęsny, y unos instantes después Kulusevski no acertó a embocar a la portería entre un mar de piernas.
Suecia ganaba a los puntos al descanso, pero tras la reanudación, a los dos minutos, el guion saltó por los aires por la torpeza de Karlström, que arrolló en el área al recién ingresado Krychowiak. Lewandowski no falló desde los once metros. Los de Janne Andersson reaccionaron, estiraron líneas y de nuevo Forsberg, en un remate franco en el segundo palo, vio como Szczęsny le frustraba con una gran parada.
Suecia, incómoda en este escenario de partido, acumuló jugadores en ataque sin una idea clara de juego. La puntilla llegó cuando primero Olsson, con un pase atrás comprometido, y luego Danielson, con un control defectuoso, regalaron el mano a mano a Zielinski, que batió a Olsen. Ibrahimovic saltó al campo a falta de diez minutos, tiempo insuficiente para reconducir la situación y poner la guinda a su carrera con la selección con la disputa de otro Mundial.