Reconocido en la actualidad como el más importante trofeo individual del fútbol mundial, el Balón de Oro nació de forma discreta, sin apenas repercusión en España, en 1956. Fue una iniciativa del entonces semanario (hoy publicación mensual, la crisis no perdona al papel) France Football . Una propuesta de su redacción para proclamar al mejor jugador de fútbol del año y circunscrita a europeos que jugaran en Europa. De ahí que ni Pelé ni Maradona, por ejemplo, ganaran nunca un Balón de Oro.
France Football fue durante décadas la biblia del fútbol europeo, con una red de corresponsales insuperable, incluso más allá del telón de acero. Sus crónicas y reportajes eran en muchos casos la única forma de seguir con detalle las andanzas de clubs y jugadores que sonaban como dioses inalcanzables para los aficionados vulgares. Sus redactores viajaban a los mejores partidos de la recién creada Copa de Europa, sus corresponsales veían jugar semanalmente a los grandes cracks del continente. Y en 1956 se llevó a cabo la primera votación del Balón de Oro. El 18 de diciembre, un martes, día de publicación de France Football , se anunció el primer ganador: el inglés Stanley Matthews. Tenía entonces 41 años, jugaba en el Blackpool y ni siquiera había competido en la primera edición del nuevo torneo continental.
Apodado "el mago del dribling", a los 19 años ya era internacional con Inglaterra
“Estaba en la parte final de su carrera, el Madrid de Di Stéfano apretaba y había que darse prisa. Sí, fue en parte un homenaje toda su trayectoria”, reconocía sesenta años después Jacques Ferran, uno de los creadores del trofeo. Fue él quien decidió que los votantes debían ser periodistas de toda Europa.
¿Quién fue Stanley Matthews? ¿Qué méritos había acumulado? Nacido en Stoke-on-Trent el 1 de febrero de 1915, la carrera futbolística de Matthews es difícilmente emulable. Jugó en el Stoke City de 1931 a 1947, en el Blackpool hasta 1961 y de nuevo en el Stoke hasta 1965. Su último partido de liga, en primera división, lo jugó con 50 años cumplidos y aún dijo que se veía con fuerzas para un par de temporadas más. A los 17 años (1932) debutó como profesional en segunda división y a los 19 ya formaba parte de la selección inglesa (marcó un gol en su debut). En 1937 anotó un hat-trick contra Checoslovaquia, en 1947 fichó por el Blackpool, con el que disputó tres veces la final de la Cup, aunque sólo ganó una, la de 1953 contra el Bolton.
El primer trofeo era apenas un discreto balón dorado sobre una peana de madera: lo extravió en una mudanza
En 1956, el año del Balón de Oro, realizó una exhibición en un amistoso contra Brasil (4-2, tres jugadas de gol surgidas de sus botas). Se calcula que en 32 años de carrera, una longevidad insuperable, llegó a disputar unos mil partidos. En 1963, ya con 48 años, fue elegido futbolista del año en Inglaterra y dos años más tarde la reina Isabel II lo distinguió como Caballero del Imperio Británico: Sir Stanley Matthews.
¿Cuál era su secreto para mantenerse en activo y a un alto nivel sin pertenecer nunca a los grandes, un Manchester, Liverpool o Wolverhampton? Matthews jugaba de extremo derecho. Era un sensacional servidor de balones de gol, pero antes de lanzar su centro ajustado era, fundamentalmente, un regateador endiablado. Aunque casi siempre salía por el exterior, aunque todos sus marcadores lo sabían, él los sorprendía y hasta cierto punto ridiculizaba una y otra vez. De ahí que le llamaran The Wizard of the Dribble , era el Garrincha de las Islas.
Fue reconocido también por su extraordinario fair play . Nunca una queja por una mala entrada, nunca una protesta. “El juego duro es debilidad por parte del que lo practica”, decía. “Nada desmoraliza más a un rival que ver a su víctima mantener su sangre fría y su dignidad. El que busca vengarse se rebaja al nivel de su adversario”.
Matthews recibió el Balón de Oro, el primero de la historia, en el ayuntamiento de Blackpool el 2 de febrero de 1957. Un acto íntimo, sin gran parafernalia ni trajes de etiqueta, una ceremonia modesta para un trofeo discreto: apenas un pequeño balón dorado sobre una peana de madera y la inscripción “Primer futbolista de Europa”. Lo extravió en una mudanza.
El primer escrutinio
Por España votó Helenio Herrera
Dieciséis periodistas votaron el primer Balón de Oro. Por España lo hizo Helenio Herrera, entonces entrenador del Sevilla pero también cronista habitual de ‘France Football’. Se trataba de elegir a cinco jugadores y repartir entre 1 y 5 puntos. Matthews apareció en 12 papeletas y en seis lo hizo como el primero. Sumó 47 puntos, por delante de los madridistas Di Stéfano (44) y Kopa (33). Entre los votados, ni uno del Barça pero sí dos del Sevilla: el delantero Pepillo (2 puntos) y el defensa Campanal (1). No es difícil ver ahí la mano de HH.