La primera Champions sin Leo Messi en el Barça no contemplaba la posibilidad de ver al argentino en el Camp Nou con otra camiseta. El sorteo impedía el morbo al estar encuadrados tanto el conjunto blaugrana como el PSG en el bombo 2. Para el aficionado culé era demasiado pronto, demasiado violento, verlo regatear o marcar goles en su propia portería.
Lo que no podrá evitar el barcelonismo es sumergirse en la nostalgia cuando vea a Messi y a Guardiola abrazarse antes y después de los partidos en Manchester y París. Dos de las grandes potencias mundiales, con una fuente de petrodólares inagotable, y un competitivo RB Leipzig conforman el grupo de la muerte de esta temporada en el que el modesto Club Brujas será a priori el invitado de piedra.
Si el rosarino no amplía su vínculo con el PSG
2023, fecha máxima para que ambos vuelvan a ganar la Champions
City y PSG anhelan con ansia la Champions y para lograrlo la influencia de Guardiola desde el banquillo, en el caso de los ingleses, y de Messi en el campo, en el de los franceses, será crucial para intentar coronarse por primera vez en Europa. El PSG acarició el título hace dos temporadas, cuando perdió en la final contra el Bayern. También en su primera final la temporada pasada, el Chelsea privó al City de conseguir al fin la 'Orejona'.
"El City es uno de los mejores clubs del mundo, no hay duda, con un equipo que es realmente top. Vamos a trabajar y queremos estar listos para esos partidos", dijo Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, nada más conocerse el grupo A. Nadie puede esconder que son dos de los máximos favoritos.
Harán bien ambos equipos de no subestimar al Leipzig, un club que ha crecido exponencialmente en los últimos años gracias a un buen trabajo de scouting para contratar a jóvenes promesas y una identidad de juego. Todo ello gracias a la ayuda inestimable de una popular marcar de bebidas energéticas. Jeques y empresarios de multinacionales, paradigma del fútbol moderno.
Messi no gana una Champions desde 2015 y Guardiola desde 2011, cuando dirigía al astro rosarino en el mejor Barça de siempre. Ambos se marcan 2023 como fecha final para lograr de nuevo cumplir su sueño europeo. Es el año en que expirará el contrato de Guardiola en el City y luego se tomará un descanso antes de dirigir a alguna selección. En el caso de Messi dependerá de si cumple ese tercer año opcional en la capital gala.
A pesar de que sus caminos estuvieron cerca de juntarse cuando el año pasado el argentino mandó el famoso burofax para salir del Barça, parece improbable que vuelvan a coincidir sobre el verde defendiendo los mismos colores. Aunque nadie tampoco hubiera imaginado el triste desenlace de Messi en el Camp Nou, ni que Cristiano se enfrentara de nuevo a Messi y a sus excompañero Sergio Ramos bajo el amparo de Guardiola. Tendrá que verse si finalmente esto sucede.