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Polémica en Inglaterra: hasta 830 euros para que los niños salgan de la mano de los futbolistas

Fútbol

‘The Telegraph’ desvela los precios que cobran clubs de la Premier League para que los más pequeños vean cumplido su sueño

Niños que acompañan los jugadores de Everton y Crystal Palace en un partido de Premier League

Alex Livesey / Getty

La ilusión de un niño para ver cumplido el sueño de conocer a su ídolo futbolístico no tiene precio. En el caso de la Premier League, sí lo tiene. The Telegraph ha desvelado los precios que cobran la mayoría de clubs de la Premier League y la Championship (Primera y Segunda División inglesa) para que los aficionados más pequeños tengan la oportunidad de salir de la mano de los futbolistas de su equipo.

Hasta 700 libras (uno 830 euros) están obligados a pagar los aficionados del West Ham en los partidos de mayor glamour si quieren que sus hijos o nietos acompañen a los futbolistas en la salida al campo antes del pitido inicial.

Sí el Tottenham de Mouriho

Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United y City, Newcastle y Southampton no hacen negocio

Los hammers son los que más cobran, pero no son los únicos de la Premier. El Aston Villa y el Norwich City piden a sus aficionados 500 libras (unos 590 euros) y otros, como el Crystal Palace, hacen paquetes de ofertas. También aumenta el precio si elegido es el capitán: unos 100 euros más caro. Sólo una pequeña parte de las plazas se reservan a actos de las fundaciones de los clubs o lo realizan por sorteo entre los socios.

El Everton cobra 599 libras (711 euros) pero lo dona a beneficiencia. No así el Tottenham de José Mourinho, el ‘único’ grande que cobra. Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City, Newcastle y Southampton no hacen negocio. La recaudación por temporada de los clubs es de medio millón de libras (casi 600.000 euros).

Un joven aficionado del Bournemouth con los guantes del portero de su equipo, Aaron Ramsdale

Richard Heathcote / Getty

“Muchos clubs donan sus taquillas para asuntos benéficos, pero suena un poco irónico que esa caridad a menudo beneficie a comunidades desfavorecidas, precisamente a las que luego se les impide ser mascota con sus altos precios”, señala Malcolm Clark, representante de la Asociación de Aficionados de Fútbol.