Resultados

Loading...

Los siete pecados capitales del Girona

Desolación en Montilivi

Las causas del descenso del club catalán después de dos años en Primera

Eusebio Sacristán en el banquillo del Girona, el domingo, antes de perder contra el Levante

David Borrat / EFE

Sólo un milagro evitaría el descenso del Girona a Segunda: hace falta que el equipo gane en el campo del Alavés, que el Celta pierda en casa contra el Rayo y que juntando los dos partidos se produzca un diferencial de 7 goles a favor de los gerundenses. En los despachos de Montilivi nadie cree en una opción que, de tan remota, ni los mismos jugadores contemplaron cuando Del Cerro Grande señaló el final del partido contra el Levante. Desde el Manchester City mantienen que este escenario estaba en las previsiones cuando asumieron la propiedad del club y que se mantiene su apuesta por el proyecto con el objetivo de retornar a Primera. Mientras la afición espera explicaciones, analizamos las principales causas que han llevado el Girona al pozo.

Pobre rendimiento en Montilivi

Se hace difícil salvar la categoría ganando sólo 3 partidos en casa en toda la temporada. El Girona cerrará el curso como el peor local habiendo sumado sólo 15 puntos, 3 menos que el Huesca, que también lo acompañará a Segunda, 5 menos que el Valladolid y 6 menos que el Rayo, el otro equipo descendido. De hecho, si los gerundenses han tenido opciones de salvación hasta el final es gracias al rendimiento lejos de Montilivi, donde ha sido capaz de sumar 7 puntos más que en casa, 22, siendo el 7.º mejor visitante a la espera de la última jornada.

Cambios constantes de sistema

Cuando Eusebio aterrizó en Girona se encontró una plantilla hecha a medida por el anterior técnico, Pablo Machín, con una manera de entender el fútbol diferente: juego directo, transiciones rápidas, carrileros adelantados y defensa de 3. Intentando adaptar a estos mismos futbolistas al juego de toque que siempre han practicado sus equipos, Eusebio fue introduciendo matices que lo han llevado a utilizar varios dibujos (3–5-2, 4-4-2, 4-3-3, 4-1-4-1, 4-1-3-2) que, lejos de aportar riqueza táctica, han provocado más confusión en una plantilla acostumbrada a jugar de memoria.

Lesiones de larga duración

No han ayudado las numerosas lesiones que han tenido desde el comienzo. Una figura importante como el internacional colombiano Mojica volvió a jugar el domingo después de 9 meses lesionado, mientras que Aday también recibió el alta la semana pasada después de medio año. El club, sin embargo, no se reforzó y optó por ascender a Pedro Porro y Valery del filial, además de contar con los filiales Soni o Paik de forma esporádica.

Aportación insuficiente del City

Ante este panorama, más de uno en Montilivi se frotaba las manos pensando en los posibles refuerzos que podrían llegar vía Manchester en el mercado de invierno. Pero nada más lejos de la realidad. Después de sondear otras opciones que no prosperaron, el Girona se tuvo que conformar con la única incorporación de Raúl Carnero procedente del Leganés. Así pues, la aportación directa del City a nivel deportivo se ha limitado este año a los retornos de Douglas Luiz y Aleix Garcia, y a la novedad de Patrick Roberts, que ha convencido más a la afición que al entrenador.

Stuanidependencia

Después de completar una temporada excelente en su primer año en Girona con 21 goles, a Stuani no la ha afectado ni el cambio de entrenador ni los cambios de sistema y ha repetido unas cifras espectaculares en su segunda temporada para convertirse en líder absoluto del equipo: 19 goles en 33 partidos de Liga, casi un 60% del total del equipo. A pesar de varios altibajos, sólo se ha salvado Portu, con 8 goles, ya que la capacidad anotadora del resto de los atacantes ha sido prácticamente nula: 3 dianas en la Liga entre Doumbia, Borja, Roberts y Lozano.

Pérdida en la estrategia

Este año esta dependencia ha sido más evidente teniendo en cuenta que el año pasado con Machín y su ayudante Jordi Guerrero –encargado de diseñar las jugadas a balón parado–, el gol estuvo un poco más repartido, con una gran aportación de los centrales en las jugadas de estrategia. Así, el Girona se convirtió en uno de los equipos de Europa que más provecho sacaron de la jugada ensayada.

Ganar a los rivales equivocados

Superada la novedad, el Girona ha tenido que sorprender a los rivales con otros argumentos y, a menudo, lo ha hecho jugando a la heroica ante los equipos de mayor entidad. En la temporada de la victoria en el Bernabeu, del empate en el Camp Nou o de la llegada a los cuartos de la Copa eliminando al Atlético, el equipo perderá la categoría después de una racha nefasta ante los rivales directos por la permanencia como Villarreal, Celta, Valladolid o Levante.