Corrió para evitar que la pelota se perdiese, recuperó el balón justo en la línea, encaró y se marchó de Araújo y con la zurda buscó una rosca diabólica. No fue un zapatazo sino un toque delicado. Una parábola imparable para Trubin. Un golazo. El 2-1 que volvía a poner al Barcelona por delante del Benfica. “Me alegro por él, es un gol que buscan todos”, definió Hansi Flick. “Yo creo que es el mejor gol que he marcado con el Barça, sí”, confesó Lamine Yamal.
Y aún fue más lejos, pues él mismo lo comparó con el tanto que marcó con España a Francia en todas unas semifinales de la Eurocopa pasada, en Munich. “Está ahí, ahí con el de la Eurocopa”, aseguró, casi sin poder elegir uno.
Está ahí, ahí con el de la Eurocopa a Francia”
Precisamente en Munich es la sede de la final de la Champions League. “Vamos a ir a ganar todos los títulos posibles. Esperemos llegar muy lejos”, aseguró sobre las opciones barcelonistas en el torneo.
Lamine Yamal no puede esconder que es feliz en el campo esta temporada y que casi no nota la presión de los partidos importantes. “Yo solo intento disfrutar con mis compañeros. Pero he disfrutado mucho”, desveló sobre sus sensaciones. Y dejó una frase que condensa su competitividad. “Ya le he dicho a Olmo que a mí lo que me gustan son los partidos de vuelta”.
Juguetón y divertido como en el campo, a la joya del Barça no le quedó más remedio que admitir que en la jugada del 1-0, su asistencia a Raphinha fue más un intento de hacer el gol que sí que le salió después. “Le tengo que dar las gracias a Raphina, he intentado chutar y él la ha metido”.