Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos y ninguna competición es tan proclive a que se vean sorpresas como la Copa del Rey a partido único. Sin embargo, el Barcelona le puso mucha cabeza para superar su eliminatoria contra el Barbastro. En su acepción figurada pero también en la literal. Porque con dos testarazos los blaugrana pusieron los dos pies en la octavos de final del torneo copero.
Dos remates en el corazón del área con origen en jugadas a balón parado allanaron el camino al Barça, que cortó en seco el sueño de la afición local, que llenaba el campo municipal de Barbastro. Primero Eric Garcia, un goleador poco habitual, y después Lewandowski, un clásico de los tantos, pusieron tierra de por medio en la primera media hora, algo destacable pues Arnau, el portero catalán del Barbastro, no había encajado aún para apear al Amorebieta y al Espanyol.
Subidón de confianza
Eric Garcia abrió el marcador en una acción en la que asistió Araújo tras un buen centro de De Jong
El equipo de Hansi Flick jugó sin extremos puros (Raphinha ni siquiera viajó y Lamine Yamal aún está lesionado), pero aún así fue capaz de colgar muchos balones al área desde las bandas para encontrar a sus cabeceadores. Además para impulsar ese acierto en el remate, el Barça contó con ese guante exquisito que tiene Pablo Torre, futbolista de detalles sibaritas, en su pie derecho.
En plena vorágine por la crisis de las inscripciones fallidas, con Dani Olmo y Pau Víctor viendo el partido desde casa por obligación al carecer de ficha federativa desde Nochevieja, para el Barcelona la visita a Barbastro fue un bálsamo. Ajeno al ruido que en el mundo del fútbol acecha al club por los problemas de planificación de su directiva, los blaugrana se lo pasaron en grande en una jornada festiva en la localidad oscense.
Ya marcó en el mismo escenario en el 2024
Lewandowski ya ha celebrado 25 goles esta temporada, uno menos que en todo el curso pasado
No paró de firmar autógrafos Flick en el hotel y en el campo. Y después aplaudió mucho la actuación de sus jugadores.
A diferencia de la temporada pasada, cuando el cuadro que dirigía Xavi sufrió demasiado en el mismo escenario, el Barça demostró desde el primer minuto la diferencia de tres categorías con su rival, decimosexto de la Segunda RFEF. Con ganas de olvidar su mala racha en la Liga para cerrar el año, los blaugrana estuvieron concentrados, efectivos y maduros para que el duelo resultase mucho más plácido de lo que suelen deparar.
Ayudó en esa seriedad la alineación, donde se mezclaban jugadores fijos con nombres a los que había ganas de ver en el once. Por ejemplo, debutó Szczesny en la portería tras tres meses de solo entrenar. El polaco solo tuvo que intervenir en un disparo suave de Javito en la primera parte y en lanzarse a los pies de Sito Barrera en la segunda mitad. También reapareció tras la lesión que le llevó a pasar por el quirófano Araújo en el centro de la defensa. Lo hizo 90 minutos como capitán e hizo pareja de inicio con Iñigo Martínez y la última media hora al lado de Cubarsí. La primera ocasión fue del uruguayo en un córner en la que se lució Arnau.
Para rodearlos bien en la salida de su inactividad se optó por la competitividad de Koundé e Iñigo, el criterio de Pedri y la pólvora de Lewandowski. Cuatro de la guardia de Flick que andan sobrados de confianza.
Tres nombres propios
Se estrenó Szczesny, reapareció Araújo y debutó Toni Fernández con 16 años y cinco meses
En cambio, el 0-1 premió a dos futbolistas necesitados como De Jong, que colgó el balón, para que Araújo asistiese de cabeza para que Eric Garcia pusiera la frente y encontrase la red. En contraste, el gol se le resistió a Fermín, que está peleado con la definición.
Las sequías de Lewandowski, delantero de área, duran poco. Y más si tiene un socio como Pablo Torre, que le regaló el segundo y el tercer gol del Barça para que el nueve polaco ya sume 25 esta temporada, uno menos que en la pasada. El polaco hizo el 0-2 con la cabeza con la colaboración de un rebote de un defensa y el 0-3, nada más empezar la segunda mitad, tras ganar la posición a su marcador en un desmarque.
El buen rendimiento de Torre, con dos asistencias, tuvo recompensa cuando robó la cartera al portero local, que se confió en los pies. El cántabro se hizo con la pelota y marcó a placer. Con la lógica dominando, Flick se acordó del juvenil Toni Fernández, otro talento especial de la Masia, que pudo debutar con 16 años, 5 meses y 17 días. Solo Lamine Yamal lo hizo más joven. Fue el colofón a un billete mucho cerebro y mucha cabeza para olvidar las penas.
Ficha técnica
Barbastro, 0 - Barcelona, 4
Barbastro: Arnau (Víctor 85), Arroyo, Isra, Santigosa, Hugo Bautista, Jaime (Marc Prat 54), Guille Alonso (Jurgui 79), Sito Barrera, Javito (Manu Castillo 79), Albín y Ander (Gastón Iñigo 54).
Entrenador: Daniel Martínez
Barcelona: Szczesny, Koundé (Sergi Domínguez 62), Araújo, Iñigo Martínez (Cubarsí 62), Gerard Martín, Eric Garcia, Pedri (Gavi 46), De Jong, Pablo Torre (Toni Fernández 80), Fermín y Lewandowski (Ansu Fati 62).
Entrenador: Hansi Flick
Campo: Municipal de Barbastro (5.750 espectadores).
Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (c. castellano-manchego).
Tarjetas: Amarillas a Guille Alonso y Lewandowski.
Goles: 0-1 Eric Garcia (21), 0-2 Lewandowski (31), 0-3 Lewandowski (47), 0-4 Pablo Torre (56).