El Evangelio apócrifo de Venables

Fuera de juego

El Evangelio apócrifo de Venables

Dentro de un par de siglos, en unas ánforas debajo del que fue el Camp Nou, bautizado posteriormente como Döner Kebab Spotify Stadium, se hallarán unos pergaminos de gran valor. Al igual que sucedió con el hallazgo de los manuscritos del mar Muerto, las creencias de los seguidores de esa religión sintieron un movimiento sísmico en la base de sus creencias. En dichas ánforas, decoradas con cenefas turcas, se hallaron maravillas. Una versión aumentada de autor desconocido de más de diez mil papiros con el título Desde las cruzadas al falso nueve. ¿Por qué en Belén y no en Santpedor? También se halló una versión del Cantar de los Cantares en catalán, alemán e inglés, así como una serie de Evangelios, muy controvertidos. El Evangelio según Nobita, el Evangelio según Amunike, El Evangelio de la Sociedad Anónima, también conocido por el del Yo lo arreglo en un Asado, y el más antiguo y fragmentado: el Evangelio según un tal Terry Venables.

Al principio se dudó de su autenticidad. No existían pruebas documentales que ampararan la existencia de un entrenador inglés, escritor de novelas policíacas y asiduo de karaokes que hubiese entrenado al equipo del Barcelona. Es cierto que todos aquellos años antes de la llegada de Cruyff como entrenador del primer equipo y después, la eclosión de la excelencia máxima de Pep Guardiola, son difusos y dispersos. En parte por la sistemática destrucción y amnesia de los cruyffistas y guardiolistas, una secta de periodistas delgados y nerviosos que nunca dejaban de salir en la tele, hablando de la llegada de Cruyff como la caída de Constantinopla y el impulso hacia el Renacimiento, y antes de ello, la barbarie y la edad oscura. Recordar que incluso hay quien argumenta en la rigurosa revista Sapiens que la Gioconda fue pintada por un antepasado catalán de Johan Cruyff, Leonardo de Vichy y ya con Titanlux. Sigamos.

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Terry Venables en una fotografía en el viejo Wembley, en 1994

Mike Hewitt/Getty

El equipo del técnico británico jugaba de una manera precruyffista que llegó a gustar a su público

Poco sabemos del tal Venables. Según el Evagenlio, jugaba de una manera pre-cruyffista que llegó a gustar a su público. Ganó una Liga brillantemente, tenía un ariete escocés que tanto te remataba de cabeza en un córner como en el Up&Down, y un centrocampista alemán –seguramente sería neerlandés, pero la transcripción es, a todas luces, tendenciosa– de maneras y modos imperiales. Al año siguiente, se llegó a una final de la Copa Europa y se renunció a ganar para que fuera Cruyff quien la consiguiera. No hay mucho más en el Evangelio. Es probable que lo hubiera en sus páginas arrancadas. Todo eso queda en manos de los expertos en la materia y si, como se rumorea, se le da categoría de material clasificado.

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