El partido de Vallecas era un encuentro para que el Barça saliera al terreno de juego decidido a reencontrarse gol. Al menos eso era lo que deseaba Ronald Koeman. Sabía que se la jugaba. Un día más, la falta de efectividad hundió los ánimos del técnico holandés, que vivió un auténtico carrusel de emociones instalado entre la contrariedad, la incredulidad, la estupefacción y la indignación. "Es increíble que no ganáramos. Claro que estoy preocupado por nuestra efectividad pero no por nuestro juego. Hemos jugado a un buen nivel pero en España no cuenta porque al final tenemos un 1-0 en el marcador y eso no funciona", apuntó en la que fue su última rueda de prensa como entrenador del FC Barcelona. Dos horas más tarde, fue destituido.
Antes tocó escuchar sus argumentos. Este curso ningún equipo ha sido capaz de llevarse ni un punto del fortín del Rayo Vallecano, recién ascendido a Primera, y su Barcelona no fue la excepción. Sin embargo para Koeman fue una derrota injusta. "Creo que los primeros 15 minutos tuvimos problemas para entrar al partido, pero a partir de allí hemos controlado. Hemos tenido ocasiones y eso es bueno, pero solo si concretamos. No estamos bien, el equipo ha bajado en equilibrio en la plantilla. Hemos perdido jugadores de muchísima efectividad. En los últimos años nuestros rivales se han reforzado y nosotros no hemos podido", apuntó.
Sin los lesionados Pedri, Frenkie de Jong y Ansu Fati, Koeman dibujó un 4-2-3-1, con Sergi Roberto y Jordi Alba en los laterales, Piqué y Eric Garcia en el eje de la defensa y Dest por delante en la línea de tres junto a Coutinho y Memphis. En la punta del ataque el holandés alineó al Kun Agüero que se estrenó en el once titular. El doble pivote lo formaron el capitán Sergio Busquets y el canterano de 19 años Nico González. Este último fue sin duda una de las pocas notas positivas del partido. Robó balones, hiló jugadas y mostró su inteligencia táctica sobre el verde. "Nico estuvo muy bien. Lo cambiamos porque estaba muy cansado. Jugando en una posición un poco más adelantada ha hecho un gran partido", apuntó Koeman.
Nico estuvo muy bien. Lo cambiamos porque estaba muy cansado"
Contrariado, Koeman se mantuvo de pie durante la primera parte con los brazos cruzados comentando el encuentro con su segundo Alfred Schreuder, tratando de encontrar una solución. Después del gol de Falcao, se sentó. Lamentó el disparo de Dest, que se fue por encima del larguero y también las ofensivas de Memphis, Coutinho y el Kun. "Tenemos jugadores que pueden marcar goles. No me puedo quejar del equipo. Nos ha costado entrar en el partido. Viendo las oportunidades que hemos tenido, el resultado no es justo", insistió.
Viendo las oportunidades que hemos tenido, el resultado no es justo"
En la segunda parte el Barça siguió sin encontrar el ansiado gol El técnico holandés se levantó de nuevo para presenciar el lanzamiento de penalti que erró Memphis. No pudo evitar llevarse la mano al cuello de la camisa antes de volverse a ocupar su sitio en el banquillo en el banquillo. "Empatar nos habría dado moral, porque nos sentíamos superiores pero no hemos marcado. Entran más dudas de lo normal", reconoció.
Koeman terminó el partido de pie, pero con las manos en los bolsillos y la mirada perdida. Respondió con un "no sé" a la pregunta de si esta derrota podía condicionar su futuro en el banquillo blaugrana y trató de justificar la derrota con un "es posible que los otros equipos tengan plantillas más equilibradas, más físicas. Pero hemos demostrado que podemos competir con ellos. La mala suerte, las lesiones, no son excusas. Hemos demostrado estar a un buen nivel, pero no es suficiente". Se marchó rápido de Vallecas.
Es posible que los otros equipos tengan plantillas más equilibradas, más físicas"
En el palco observaron todo lo acontecido la directiva del FC Barcelona presidida por Joan Laporta. También le acompañaron el vicepresidente primero Rafa Yuste, su asesor Enric Masip y Jordi Cruyff, director del scouting internacional del FC Barcelona y íntimo amigo del entrenador holandés. Todos se marcharon en silencio. 20 años después, Vallecas vuelve a ver al Rayo tumbar al Barcelona y Ronald Koeman ya no ocupa el banquillo blaugrana.