Ronald Koeman llega, Eric Abidal se va
La crisis blaugrana
El holandés aterriza en Barcelona para estampar su firma mientras el francés renuncia a la secretaría técnica el día después de ser ratificado por Bartomeu
No hay día tranquilo en el Barça. Los giros de guion son tan continuados que se solapan como dictados por un escritor estresado. Si en el solemne comunicado del lunes se avanzaba “una amplia reestructuración del primer equipo que se hará desde el consenso entre la actual secretaría técnica y el nuevo entrenador”, 24 horas después desapareció una de las dos partes. A media tarde de ayer, coincidiendo sincronizadamente con el aterrizaje de Koeman en Barcelona para firmar hoy su nuevo contrato, se hizo oficial que Éric Abidal, cuarto secretario técnico de Josep Maria Bartomeu en cinco años, rescindía el suyo.
Horas después trascendió que había sido el francés quien había pedido abandonar el club ante la sorpresa del presidente, que le había salvado de la quema encargándole precisamente que fuera él quien comunicase a Setién su destitución. Lo hizo el francés invitando a comer al cántabro, como lo hacían los italoamericanos de dudosa reputación a principios del siglo XX. Ramon Planes, mano derecha de Abidal hasta el momento, fue ascendido ipso facto, sin fase de estudio, para ocupar el puesto de su exjefe, erigiéndose en el quinto secretario técnico de Bartomeu. Todo un récord.
El posible detonante
Abidal se vio apartado de una reunión inminente con Messi a la que acudirán Koeman y Planes
Las razones de la marcha de Abidal se encuentran en el, según su versión, reiterado ninguneo a su punto de vista. Fue el francés quien quiso destituir a Valverde después del desastre de Anfield, opción frenada por algunos capitanes y finalmente por Bartomeu. Pero el detonante de su decisión según algunas fuentes consultadas por La Vanguardia pudo estar en una próxima reunión, todavía por celebrar, organizada para hablar con el capitán Leo Messi. Obviamente, para pulsar su estado de ánimo y su voluntad futura. Abidal, a quien no traga el argentino pese a su etapa de compañeros de vestuario, fue borrado de la cita para evitar males mayores. No le debió de sentar bien, a tenor de su dimisión. A la reunión acabarán asistiendo Ronald Koeman y Ramon Planes, una nueva pareja que, esta sí y salvo nuevo giro de guion, acometerá la ya mencionada “amplia reestructuración del primer equipo”.
Entrenador y ‘cirujano’
Koeman aterrizó por la tarde y en cuanto se oficialice su fichaje iniciará la esperada revolución
El tándem, comandado por la fuerte personalidad y la autoridad moral del héroe de Wembley, dispondrá solo de seis semanas para dar un vuelco al primer equipo que se intuye traumático como corresponde a un fin de ciclo de manual. La Liga empieza a mediados de septiembre, y el paquete de bajas previstas no es solo numeroso sino también delicado por el perfil de los damnificados, jugadores que lo han ganado todo, con contratos multimillonarios todavía en vigor, a los que se indicará la puerta de salida.
Operación salida
Los jugadores más veteranos afrontan sus peores días: se intuye la colisión directiva-vestuario
No se prevé nada sencilla la gestión en algunos casos. La relación entre la directiva de Bartomeu y la vieja guardia es tensa, en especial después del esperpéntico relevo de Valverde, en el que hubo acusaciones de unos contra otros en busca de quién fue el ideólogo del frustrado intento por traer a Xavi, y más aún después de la mejorable negociación con la plantilla para rebajar el sueldo a raíz de la pandemia. No todos los futbolistas responderán igual. Algunos buscarán ofertas para facilitar las cosas, asumiendo el ridículo de Lisboa como suyo, pero otros ya van comentando a sus entornos que plantarán batalla, resistiéndose a la huida si no es a cambio de cobrar hasta el último euro de su generoso contrato. El club, según ha podido saber este diario, no descarta en este caso tomar medidas contundentes. El abanico es amplio, va desde la marginación deportiva (“quédate si quieres, pero no vas a jugar ni un minuto”), hasta la posibilidad de acudir a los tribunales para iniciar pleitos laborales.
Koeman viene pues con dos funciones que ejercer, la de entrenador, por supuesto, y la de ejecutivo implacable de recursos humanos encargado de dar malas noticias. Ayer Josep Maria Bartomeu adelantó en Barça TV que el holandés piensa en Leo Messi como pilar de su nuevo equipo, tutelando pues la necesaria transición y abrazando a los valores emergentes que deberán ir tomando el relevo de una generación irrepetible, pero ya finiquitada. Eso, para el argentino, supondrá dejar de estar acompañado de quienes han sido sus aliados durante años. Koeman, con fama de duro, deberá estar muy fino en el arte de la seducción.