Mateu Lahoz, el ‘enemigo’ número uno
Barça - Sevilla
Unai Emery nunca olvidará el día que le dejó con siete, con penalti en contra y sin portero
Retirado Undiano Mallenco, las iras arbitrales del barcelonismo se concentran ahora en un enemigo único , el valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz, protagonista con sus decisiones en el tramo final del Barça-Sevilla del pasado domingo, cuando expulsó a Araujo y Dembélé.
Mateu llegó a Primera División en el 2008, esta es su duodécima temporada en la élite del fútbol español, y siempre se ha distinguido por su peculiar aplicación del reglamento. Dialogante para unos, inflexible para otros, elogiado sin medias tintas por Mourinho durante el paso del portugués por el banquillo blanco, Mateu no suele pasar inadvertido.
Con el Barcelona y en la Liga ya había expulsado a David Villa (2010), Jordi Alba (2015) e Ivan Rakitic (2018). Ahora se añaden a la lista otros dos barcelonistas. Pero la actuación más recordada del árbitro de Algímia d’Alfara con el Barcelona es, sin la menor duda, la que tuvo en la última jornada de la Liga 2013-14, partido Barcelona-Atlético en el Camp Nou, con la anulación de un gol a Messi que habría cambiado el nombre del campeón. Pitó fuera de juego, en una acción que el VAR habría validado.
Desde entonces hay varios jugadores del Barcelona que temen especialmente los arbitrajes imprevisibles de Mateu Lahoz. Messi, Busquets y Piqué, por su veteranía, son sus principales críticos en el vestuario del Camp Nou.
Con referencia a la expulsión de Dembélé, el árbitro reflejó en el acta que le dijo “muy malo, eres muy malo”, mientras, se indica, “gesticulaba con sus brazos a escasa distancia mía”. Aunque el Barcelona presentará un recurso, parece difícil que la tipificación de la actitud de Dembélé se escape del artículo 117 del código disciplinario de la RFEF, sobre las “actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los árbitros”. Cabe esperar pues que se castigue, como señala el artículo, con una suspensión “de dos a tres partidos”. Esto supondrá prescindir de Dembélé como mínimo en el campo del Eibar y en casa ante el Real Madrid, por más que Valverde mostrara su extrañeza y explicara que para él la expulsión era “un misterio, con lo que cuesta sacarle palabras en castellano” al futbolista francés.
Un referente válido sería el de Griezmann, cuando fue expulsado en un Girona-Atlético del 2017 por decirle al árbitro “eres un cagón”. Le cayeron dos partidos.
En el encuentro ante el Sevilla, Mateu se quedó cerca de igualar su récord de expulsados en un mismo partido de Primera, los tres que decretó en un Valladolid-Athletic de octubre del 2009. Pero eso no es nada con su marca establecida en Segunda A, categoría en la que arbitró cuatro temporadas, del 2004 al 2008. El 25 de noviembre del 2006, en el choque entre el Almería y el Xerez, mostró la cartulina roja en cinco ocasiones y sus decisiones afectaron fundamentalmente al cuadro local, entrenado por Unai Emery, ya que acabó el partido con sólo siete jugadores. Los cuatro expulsados locales lo fueron en el tramo final del partido, con 1-0 en el marcador, y el choque tuvo que alargarse considerablemente. Entonces, en el minuto 95, castigó al Almería con un penalti, acompañado de la expulsión del meta Westerveld (cuando ya no había sustitución posible) y el Xerez obtuvo el empate definitivo. Con anterioridad había expulsado también a Pepe Murcia, el entrenador visitante, y Mateu solicitó la intervención de la policía para que lo desalojaran del terreno de juego. “No suelo mirar quién nos pita, pero a partir de ahora miraré para no encontrarme con él”, declaró Emery. Y el presidente del Almería aseguró que pensaba solicitar “árbitros extranjeros”. Incluso el visitante Murcia fue crítico: “Jamás había visto expulsar a cuatro jugadores del equipo contrario”.