Segundo a segundo, la Volta avanza hacia su etapa reina, por el Berguedà, con el enlazado de Pradell, la Collada de Sant Isidre y Queralt. La igualdad entre los dos primeros, Roglic y Ayuso, Ayuso y Roglic, sigue en todo lo alto pero ya no están empatados a tiempo. Dónde las toman las dan. Porque el alicantino, chico listo, recuperó el liderato aunque sea por un segundo. Parece poco, pero de momento el que va delante es el ciclista del UAE, muy pillo.
Cada meta volante cuenta. Y si no que se lo digan a Roglic, que se quedó con un palmo de narices, compuesto y sin maillot franjiverde. Su equipo, el Red Bull, preparó con esmero el sprint bonificado de L’Aldea. Por delante iba escapado Paleni pero quedaban dos y un segundo por repartirse. Denz encabezaba el pelotón pero a la salida de una curva a izquierda, Ayuso se coló en la fiesta de Roglic, al que le sorprendió el rápido movimiento de su rival para hacer tercero y descontarle un segundo. A ver quién ríe el último.
Ya no hay empate
Si las bonificaciones elevaron al esloveno en Montserrat, el español fue más pillo en el sprint bonificado en L'Aldea
Si la bonificación fue decisiva para la general, el viento fue importante para el desenlace de la etapa. A la salida de L’Aldea, a 20 km de Amposta, el Movistar y el Ineos aprovechan que entra mucho aire de lado y parten el pelotón en pedazos. Ayuso y Roglic, bien atentos, no se despistan. Algo más sufren Landa, Lenny Martínez y Simon Yates. Quienes lo pagarán caro son Van Eetvelt, Riccitello y Juanpe López.
En el grupo delantero entra y se las promete felices el catalán Pau Miquel hasta que pincha y pierde todas sus opciones. El del Kern Pharma ha tenido muchas piernas y poca suerte toda la semana. Aunque nunca se sabe porque el que se muestra de nuevo intratable es Matthew Brennan (Visma), ganador en Sant Feliu de Guíxols y primer líder de la Volta, que se confirma como el mejor velocista de esta edición con su doblete en Amposta.
La etapa reina se queda sin Pradell
El viento obliga a cambiar los planes de la Volta en su etapa reina por el Berguedà, recortada a 118,6 km. La organización, siguiendo el programa Ventcat, suprime por precaución el temible puerto de Pradell, cuya cima está a 1.700 metros de altura.