En una zona del parque, mientras pedaleo, veo centenares de grandes murciélagos colgando de las ramas de los árboles
Diarios de bicicleta, David Byrne
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Es enérgico el pedaleo de Sara Carmona (36): viene como un tiro por el cauce del Besòs, viene full equip con su bicicleta Trek, su uniforme Kern Pharma, el reloj Polar y el suplemento energético de Finisher, y cuando pasa de largo por el punto en el que nos hemos citado y se va cien metros más allá, entonces se detiene y nos busca con la mirada.
–¡Aquí, Sara, estamos aquí! –vocea Àlex Garcia, el fotógrafo, mientras agita los brazos, y la dama retrocede sobre sus pedales y ya está lista para las fotos.
Sara Carmona posa durante un buen rato, posa gentil para el fotógrafo, es consciente de que la imagen vale un mundo (es notable su actividad en Instagram, cuenta con 68.000 seguidores), y tras la foto caminamos hasta una terraza próxima, Mississippi se llama la cafetería, y se pide un café con leche calentito porque hace fresco.
Los tres hablamos de maternidad y de Gala, su hija de tres años, hablamos de hijas únicas y los tres nos entendemos pues los tres estamos en las mismas: tenemos hijas únicas.
–Venga, os dejo –dice Àlex Garcia al rato, y se levanta y se marcha porque le han encargado otra foto en otro punto de la ciudad, y al quedarnos a solas, Sara Carmona y yo abordamos el tema: me habla de ciclismo y de la Skoda Titan Desert (1 al 6 de mayo en Marruecos), el asunto que nos ha reunido.
–Tengo un objetivo para la Titan Desert, ¿sabe? –me dice.
–¿...?
–Se trata de llegar a las cien mujeres inscritas. Aunque no es fácil, ¿eh? El récord está en 69. En el 2018 logré reclutar a una treintena.
–¿Y cómo las recluta?
–Hemos hecho quedadas en la tienda Trek del centro de Barcelona, a través del proyecto #shetitan. Desde allí pedaleamos hasta el Tibidabo. Hemos creado un grupo de Whatsapp y entre todas vamos hablando. Les he montado un plan de entrenamiento basado en la frecuencia cardíaca y la potencia. Y en las redes sociales publico vídeos con ejercicios de fuerza, nutrición, psicología o control postural, elementos necesarios en la Titan.
(Desde que la sigo en Instagram, no paro de aprender técnicas de ciclismo).
–Lo que no puedo hacer es dedicar las 24 horas a este objetivo, que es lo que había hecho en el 2018: soy madre y profesora, y no tengo el tiempo que tenía entonces. En el 2018 me comprometí a fondo, pero muy a fondo.
–¿A qué se refiere?
–Me metí en casas de familias para conocer a sus mujeres y convencer a los padres, decirles que confiaran en su hija.
Algunas chicas me decían: ‘Necesito presentarte a mis padres; no me ven capaz de acabar la Titan Desert’”
–¿...?
–Algunos las trataban de locas. ‘¿Cómo vas a hacer la Titan?’, les decían. Y las chicas me llamaban y me pedían: ‘Necesito presentarte a mis padres porque no me ven capaz’. ¿Y sabe una cosa? Las treinta que vinieron a la Titan del 2018 acabaron la prueba. Y eso que algunas habían ido con su primera bicicleta, la que se habían comprado apenas unos pocos meses antes.
(Aquel proyecto se llamaba Desert is female).
Y añade:
–Aquel desenlace fue bonito, y eso que el trabajo en equipo era excesivo: en una Titan Desert hay convivencia, hay estados de ánimo que cambian de una etapa a la otra. Yo también sufría físicamente pero debía sonreír todo el tiempo para que nadie se viniera abajo. Había voces que decían que no lo íbamos a conseguir. Fue el mejor reto personal y profesional de mi vida.
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Sara Carmona posa para 'La Vanguardia' en el cauce del Besòs
–¿Y cuándo se entrena usted?
Me cuenta que se levanta a las seis de la mañana y se sube al rodillo en su casa en Sant Andreu y allí pasa hora y media, en zona 2 (sobre 140 pulsaciones).
–¿Y no hace ruido?
–Me cierro la puerta de la habitación del deporte, el rodillo no suena mucho y no despierto a la familia.
Los fines de semana sale hacia La Roca del Vallès o hacia la sierra de la Marina, y mientras me cuenta todo esto también me habla de sus alumnos en la escuela y de las deficiencias del sistema (“un alumno de la ESO que suspende seis asignaturas no debería pasar de curso, algunos no saben escribir y carecen de vocabulario, y están muy solos en casa”), pues esta mujer es poliédrica, con todo puede, incluida la Titan.