El dolor es temporal, abandonar es para siempre
Lance Armstrong
--------------------------------------------------
He dejado atrás La Seu d’Urgell y el alba me sorprende cruzando la frontera de Andorra.
El día amanece oscuro, hace fresco al fin y un puñado de ciclistas supera la fila de coches, lánguida en su avanzar. Los ciclistas llevan mallas largas, guantes y pañuelos al cuello, deduzco que están pasando frío pues ya toca, pero ni por esas se detienen.
Llegan más ciclistas. Nos adelantan y les veo alejarse. Suben, serpentean a lo largo de la carretera que me lleva a Andorra la Vella.
Andorra es un desfiladero, Andorra és territori ciclista, eso promueve su Govern.
(...)
Me he citado con Nairo Quintana (33) en el Criterium Cafè Cycling, el santuario del ciclismo en Andorra que dirigen Miquel Rossell y Jordi Gallardo.
(De una pared del santuario cuelga una pizarra; decenas de ciclistas han firmado en ella, empezando por Purito Rodríguez y siguiendo por Sepp Kuss, Enric Mas, Juan Ayuso, Robert Gesink, Jack Haig o Tom Pidcock. Todos ellos viven y pedalean en el territori ciclista ).
Nairo Quintana acude a la cita en bicicleta. Luce las mallas y el maillot de su firma de ropa, Nairo, organiza dos marchas cicloturistas (en México y en Colombia) y también quiere hablar de su negocio de café, el Café 9·30. Nairo Quintana no solo es un ciclista profesional en busca de equipo, es un empresario.
En Colombia, empecé a ir a la escuela en bicicleta: 16 km de descenso que luego debía subir de vuelta”
Nairo Quintana se plantó en Andorra hace dos años. Llegó de Colombia, inspirado en aquellos, ciclistas como él. Llegó con su mujer y los dos hijos (10 y 5 años) y se fue monte arriba, a pedalear junto a Carlos Verona y Víctor de la Parte.
–¿Qué le trajo a Andorra?
–Es el sitio ideal para el entrenamiento de ciclistas. Tiene todos los terrenos en uno solo. Y tiene el plus de poder hacer altura estando en casa. Y el poco tráfico de las carreteras.
(En verano, el Govern regala a los ciclistas el puerto de Arcalís: la circulación de coches queda restringida).
–¿Y usted se entrena como un profesional?
–Todos los días pedaleo durante tres horas y media, como si estuviera en competición.
Pues ahora mismo, Nairo Quintana, campeón de la general de un Giro (2014) y una Vuelta (2016), y podio en tres Tours, está sin equipo.
¿El motivo?
Tras el Tour del 2022, habían aparecido restos de Tramadol en su organismo. Fue descalificado de la carrera (había acabado sexto de la general) y de su equipo, el Arkea. El Tramadol, un analgésico, no es dopaje, pero su uso transige el reglamento médico, así que Quintana está semicastigado: no cumple condena, pero ningún equipo le contrata.
–Y eso me duele, pues todavía puedo dar mucho. Estoy preparado para terminar bien mi carrera deportiva –me dice.
–¿A pesar de no competir?
–Tengo conocimientos propios. Sé qué debo hacer para mantenerme en forma. Llevo más de diez años entrenándome, a veces me encuentro con compañeros y grupos ciclistas que pedalean a mi lado. Y yo soy feliz con ello. El ciclismo es mi vida y mi pasión, y si no lo practico, lo extraño.
(Y se le nota fino: afilado de rostro y hombros, cuádriceps jamonero).
–¿Y cómo descubrió el ciclismo? ¿Venía de familia?
–Noooo. En mi familia nunca hubo ningún deportista. Mi padre es comerciante y agricultor. Cultivaba el campo. Mi departamento sí ha sido pionera en el ciclismo (Boyacá). Frente a mi casa pasaba la Vuelta a Colombia. Llegó el pelotón y sentí la pasión. Empecé a ir a la escuela en bicicleta: 16 km de descenso que luego debía subir de vuelta. Había un grupo de chavales que venían al pueblo en el que estudiaba, comencé a enfrentarme a ellos y vi que tenía capacidades. Un día descolgué a uno y muy poco tiempo después, en un ascenso, llegué por delante de todos, siendo el más pequeño.
–¿Su bicicleta era buena?
–¡Para nada! A los quince años, mi papá me llevó a un club, pero los resultados no eran tan buenos porque tenía una bici básica con una zapatillas básicas. El ciclismo es costoso, no es lo mismo que comprar un balón, y más si no sabes si el chaval se dedicará o no.