Van Aert reafirma el dominio del Jumbo
Ciclismo | Critérium del Dauphiné (1)
El ciclista belga, ganador reciente de la Strade Bianche y la Sanremo, primer líder del Dauphiné
El belga Wout van Aert mantiene su estado de gracia en el Dauphiné 2020, donde se impuso en la primera etapa y es lógicamente el primer líder de la carrera. Van Aert culminó el control asfixiante del Jumbo durante toda la jornada, confirmado sobre la meta en subida de Saint Christo en Jarez. Van Aert, 25 años, venía de conquistar la Strade Bianche y la Milán-Sanremo y suma así la décima victoria del Jumbo en esta peculiar temporada 2020. El belga lanzó su potente ataque a unos 150 metros del final y aguantó la réplica del sudafricano Daryl Impey, segundo en la meta. Para el tercer puesto Egan Bernal superó con cierta claridad a Alejandro Valverde. El colombiano del Ineos amarró así unos pocos segundos (4) de bonificación, en un nuevo capítulo de la batalla psicológica de cara al próximo Tour de Francia.
“Está visto que tengo buenas piernas, me sentía bastante cansado en el hotel, pero el equipo ha hecho un trabajo sensacional para mí. Primero Tony Martin, al final fueron Dumoulin y Roglic, impresionante”, explicó Van Aert en la meta. “Ha sido bueno para nosotros el primer paso por meta, para estudiar la llegada, y cuando he visto el control amarillo en cabeza del grupo me he dicho que era mi momento”.
La primera etapa del Dauphiné 2020 contó con una fuga de cinco corredores. La formaron el belga Van Moer (Lotto), el suizo Schär (CCC), el neerlandés Slagter (B&B), el italiano Bonifazio (Direct Energie) y el también belga Quinten Hermans (Circus-Wanty). Su aventura se mantuvo bajo el control de un pelotón en el que tomaron el mando entre el Jumbo y el Deceuninck y no fue mucho más allá de los 5 minutos de renta. Una caída (por la que abandonaron Van Moer y Hermans) descompuso el grupo y finalmente quedó solo en cabeza Michael Schär, un potente rodador de casi dos metros que resistió como pudo.
Con salida en Clermont Ferrand y meta en Saint Christo en Jarez (a una veintena de kilómetros de Saint Étienne), la etapa de apertura de este insólito Dauphiné era larga, 218,5 kilómetros, la temperatura alta (unos 30 grados en la parte final) y el recorrido complicado, con siete puertos puntuables, la mayoría cotas de cuarta categoría. Como remate, unos cinco kilómetros finales en subida y una dura rampa final. Se trataba de la jornada menos difícil de este Dauphiné y aún así sumaba 3.500 metros de desnivel acumulado.
En un primer paso por meta (a 35km del final) Schär ya sólo atesoraba 1m24s de renta y por detrás surgieron los primeros contragolpes, mientras el Ineos también tomaba posiciones al frente de un grupo principal desbocado. A unos 18 kilómetros del final quien marchaba en cabeza era el francés Cavagna (Deceuninck), una vez ya superado Schär, pero con una renta ínfima sobre un pelotón, de nuevo controlado por el Jumbo y decidido a jugarse la victoria entre los favoritos.
La reagrupación total se confirmó a 12 kilómetros de la línea de meta, ante la penúltima dificultad del día, la cota de Leymieux, todo ello en un terreno desagradable, carreteras estrechas y reviradas sin un tramo llano y descubierto. Fue entonces cuando Valverde apareció por primera vez en la zona noble del pelotón, estratégicamente situado tras el tren del Jumbo, mientras otros nombres relevantes de la lista de inscritos, como Marc Soler o Peter Sagan, quedaban distanciados, incapaces de seguir el ritmo endiablado del final de una jornada que se fue bastante más allá de las cinco horas de ciclismo. A unos 3,5 kilómetros de la meta quien también levantó el pie de los pedales fue Chris Froome.
En la parte final se sucedieron las intentonas. El primero que probó con decisión fue Rigoberto Urán, pero quien saltó a su caza fue Roglic en persona. Luego probaron Latour, Benoot... sin el menor resultado. Con Dumoulin y Kruijswijk bastó para que el Jumbo cortara todas las aventuras y dispusiera el plató en el que Van Aert tenía que actuar y lucirse. El Jumbo mantiene la superioridad escénica sobre un Ineos en el que de nuevo Froome flaqueó y la posibilidad de que ni siquiera forme parte del equipo en el próximo Tour flota en el ambiente.
La carrera entra ahora en sus etapas más decisivas, en las que Van Aert, como él mismo afirmó, tendrá otro papel. “Esta vez mis compañeros han jugado para mí. Ahora será mi turno de defenderles a ellos”, declaró.
La segunda etapa
La segunda etapa del Dauphiné se disputa este jueves. Un recorrido de 135 kilómetros, de Vienne al alto de Porte, un especial de 17,5 kilómetros al 6,2%. Antes, otros tres puertos de los que destaca la Cota de Maillet, un primera (6,2km al 8%) que culmina a algo más de 30 kilómetros del final de la jornada.