El Tour se planta en Gap para acometer los Alpes

Para entrar en materia antes de las tres grandes etapas alpinas, el Tour de Francia 2019 presenta este miércoles una jornada de 200 kilómetros entre Pont du Gard y Gap, enclave tradicional al pie de las cumbres de los Alpes. Aunque sobre el papel el recorrido parece sencillo, apenas un puerto de cuarta a mitad de recorrido y luego uno de tercera, La Sentinelle, a 8,5 kilómetros del final, lo cierto es que se trata de la típica etapa desagradable, en absoluto tranquila.

Los primeros kilómetros, hasta Vaison la Romaine, suelen ser zona de viento. Luego, la jornada transcurre por carreteras complicadas, por zonas idóneas para emboscadas y ataques. Quizá lo peor de esta etapa es su ubicación. Justo antes del tríptico alpino lo más probable es que los favoritos prefieran conservar la calma y no desgastarse, aunque nunca se sabe. En cualquier caso, si antes de empezar el Tour hubiera que designar una etapa idónea para que tenga éxito una fuga, sería ésta.

El Tour ha recalado en Gap en 24 ocasiones, desde 1931 hasta la más reciente, la de 2015, cuando se impuso Rubén Plaza. Pero para el ciclismo español el final en Gap más recordado es el de 2003, el día que Joseba Beloki sufrió una aparatosa caída poco antes de le meta, en el descenso de La Rochette, y tuvo que abandonar la carrera con múltiples fracturas, cuando iba segundo de la general a a sólo 40 segundos de Lance Armstrong.