Todavía quedan alrededor de 20 partidos para que finalice la temporada regular en la NBA. No obstante, el choque entre Boston Celtics, equipo con mejor balance de la liga, y Denver Nuggets, recientes campeones, tiene aroma a final. El encuentro que ganaron los de Mike Malone por 115-109 tuvo un claro protagonista: Nikola Jokic.
El serbio volvió a demostrar por qué es el máximo favorito para alzarse con el MVP de la liga, galardón que ya ha ganado en dos ocasiones. El Jóker, además de su enésimo triple-doble con 32 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias, nos regaló una soberbia jugada final para sentenciar el partido. Con 111-109, y a 19 segundos para el final, el serbio realizó varios reversos hasta lanzar un alley-oop para que Aaron Gordon pusiera los cuatro de diferencia en el marcador.
En los Nuggets, que tras el All-Star llevan siete victorias en ocho partidos, también aparecieron el mencionado Aaron Gordon, quien logró 16 puntos y 10 rebotes, y Jamal Murray, el fiel escudero de Jokic, que anotó 19 puntos y repartió nueve asistencias.
En los Celtics, que han encadenado dos derrotas consecutivas por primera vez desde noviembre, no fue suficiente un inspirado Jaylen Brown con 41 puntos. La otra superestrella del equipo, Jayson Tatum, estuvo horrible, ya que tan solo anotó 15 puntos, números muy por debajo de su media esta campaña.
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Sin embargo, el alero pudo revertir su mal partido en el tramo final, cuando dispuso de un triple totalmente liberado para poner a su equipo por delante. El jugador de los Celtics falló y dejó el triunfo en bandeja para los Nuggets, que han vencido en los dos encuentros que se han enfrentado esta temporada.
Esta derrota no es excesivamente preocupante para los de Boston, que siguen en cabeza en la Conferencia Este con una renta de siete partidos respecto a los Bucks, sus inmediatos perseguidores. Por su parte, los Nuggets, con esta buena racha tras el parón, se sitúan terceros en el Oeste, pero a un solo partido de los líderes, los Minnesota Timberwolves.
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