Tavares mantiene en pie al Madrid en Belgrado

Partizan, 80 - Real Madrid, 82

El conjunto blanco soporta la intimidante presión del Stark Arena y conserva sus opciones de alcanzar la 'Final Four' de la Euroliga; la serie está 2-1 para el Partizan

Tavares anota ante la oposición de Trifunovic, este martes en Belgrado

Tavares anota ante la oposición de Trifunovic, este martes en Belgrado 

Darko Vojinovic / LaPresse

Basketball Unites People, reza el cartel que ambos equipos sostienen en los instantes previos al inicio del choque, y 20.091 gargantas serbias vocean en las gradas. El vocerío resuena durante el partido, pero acaba enmudeciendo en el tramo final, desconcertado por un triple de Nigell Williams-Goss y la maravillosa actuación de Eddy Tavares, el gigante que mantiene vivos a los blancos en esta monumental serie de cuartos (80-82; la serie está 2-1 para el Partizan).

Arde el Stark Arena de Belgrado, cuya parroquia ha decidido llevarse la eliminatoria como sea. 

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Nadie olvida los pasajes del último cruce en Madrid, aquella batalla campal que se había registrado en el WiZink Center y que se había cobrado dos bajas blancas (Yabusele y Deck) y otras dos en el Partizan (Punter y Lessort), aparte del 2-0 en la serie para los serbios, y el público ruge y el Madrid se arruga.

La resistencia blanca

Arde el Stark Arena, listo a envolver a los blancos, pero Tavares se proyecta hasta los 26 puntos

Tanto se arrugan los blancos que suman cuatro pérdidas en la apertura del partido, y en un santiamén el marcador está 12-0 para el Partizan y el primer cuarto se cierra en 32-19, ¡el infierno para el Madrid!

A los blancos les toca remar a contracorriente, no hay silencio, no hay pausa en el Stark Arena.

Reman Tavares y Rudy Fernández, y entre los dos inician las maniobras de reanimación. Rudy Fernández dispara desde la distancia (firma dos triples) y Tavares, desde el poste bajo (suma catorce puntos en ese cuarto), y la distancia se recorta hasta un ilusionante 48-45 al descanso, hay vida.

Ruge aún más el pabellón, pero ahora no se encogen los blancos. Encuentran a Hezonja (cinco puntos de un tirón) y mantienen a Tavares en la pista, y en el Partizan pierden eficacia Nunnally, Exum y LeDay, y el Madrid se proyecta hacia una primera ventaja (53-54) y luego hacia el 58-63, y ahora es Obradovic, el legendario técnico serbio, quien se desgañita.

En un tiempo muerto, el cámara acerca el micrófono al banquillo serbio, y los gritos de Obradovic se elevan por encima del vocerío general. Obradovic reparte instrucciones y entre su palabrería en serbio se le entiende decir:

–¡Tavares, Tavares!

Y ahí se turnan Nunnally y Vukcevic para pararle los pies al gigantón blanco, pero no hay manera de detenerle.

Tavares suma y suma, y lleva su cuenta hasta los 26 puntos y los once rebotes, y en el tramo final hay cuatro jugadores serbios envolviéndole, y tanto se empecinan los locales que descuidan la puerta de atrás y por ahí se cuela Nigel Williams-Goss (22 puntos), autor de un triple decisivo a 24 segundos del final que desequilibra el marcador (77-80) y mantiene en pie a los blancos, al menos por otros dos días, el tiempo que tardarán en regresar al Stark Arena para disputar el cuarto partido de la serie.

Partizan, 80 - Real Madrid, 82

Ficha técnica

Partizan: Nunnally (13), Andjusic (6), Madar (12), Smailagic (15), Leday (15) -cinco inicial-, Exum (11), Avramovic (-), Koprivica (-), Papapetrou (4), Trifunovic (2), Vukcevic (2).

Real Madrid: Williams-Goss (22), Llull (-), Musa (9), Cornelie (-), Tavares (26) -cinco inicial-, Hezonja (12), Randolph (1), Sergio Rodríguez (3), Rudy Fernández (6), Hanga (3).

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