Es la familia y uno más (Lorenzo Brown). Han roto los esquemas de todos. Hasta de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que puso a España la séptima en la lista de favoritas, acabó tuiteando “Okay, Spain got us too”, como diciendo que también se han quedado con ellos, reconociendo su error. Las figuras han sido devoradas por la clase media. Jokic, Doncic o Antetokounmpo, agua. Ni Serbia ni Eslovenia ni Grecia ni Lituania, las cuatro primeras en el ranking FIBA para ganar el Eurobásket. En la final, Francia, la quinta, y España, la campeona, la séptima. La FIBA se pareció a los economistas populistas pronosticando antes de la gran crisis: ni la olieron.
Los hermanos Hernangomez besan el trofeo que les acredita campeones de Europa de Baloncesto
El Europeo fue los Hernangómez, apellido que recuerda a las épocas de Mío Cid. Los dos hermanos que han relevado a los Gasol en una selección que se apoda la familia y que fichó a uno más: Lorenzo Brown, el norteamericano del Maccabi al que nunca se le ha visto tomar un café con leche en la plaza mayor, pero fue uno de los mejores del impresionante equipo que fabricó el técnico Sergio Scariolo. Un solo jugador del Madrid, el capitán Rudy, y ninguno del Barça. ¿Alguien se imagina eso en la selección de fútbol con un entrenador italiano?
La selección de la familia y uno más ha suplido a los Gasol por los Hernangómez con éxito
Hay otra NBA detrás de las estrellas rutilantes. Willy (28 años) y Juancho (26) no son los protagonistas ni en los Pelicans de Nueva Orleans ni en los Raptors de Toronto. Son actores secundarios en la liga americana, pero fueron el MVP de la final (Juancho) y el del torneo (Willy). Ganaron los NBA del esfuerzo, de la humildad, de la solidaridad y el coraje, del grupo. Juancho metió siete triples y Willy enardeció el pabellón con algún mate espectacular. En sus equipos de NBA son jugadores de rotación. Nunca protagonizarán un saque inicial del All Stars como hicieron los maravillosos Gasol, pero han conquistado un europeo oscureciendo a las estrellas y siendo candidatos serios al relevo fraternal en el baloncesto de los hermanos.
Lorenzo Brown es el uno más de la familia. Nacionalizado deprisa, sin conocimiento de haber pisado España salvo en partidos de baloncesto, fue la pieza que generó más polémica antes y más consenso después. Casi nadie apoyó la decisión antes y casi todos la asumieron después viendo el oro colgado de los cuellos.
Pero polémicas aparte, el presidente de la Federación, Jorge Garbajosa, puede estar muy satisfecho: nueve selecciones, entre la absoluta masculina y las de formación, han llegado a nueve finales en este verano impresionante ganando tres oros y cinco platas en un éxito histórico seguramente irrepetible. El equipo sub-20 ganó también su Europeo. Parece que hay hasta relevo al relevo.