El piloto francés Romain Grosjean se ha vuelto a poner al volante tres meses después de su horrible accidente en Bahréin en noviembre, que marcó el final de su carrera en la F1. Este martes sus primeras vueltas a bordo de un monoplaza ende Indycar, en la que disputará el campeonato en 2021.
"Me sentí como en casa", dijo en una conferencia de prensa virtual, después de probar en el circuito Barber Motorsports Park en Alabama, donde la temporada comienza el 18 de abril. "No tenía miedo, solo quería conducir", agregó el piloto franco-suizo, de 34 años, que firmó un contrato con Dale Coyne Racing en Indycar.
"En las primeras vueltas, mis músculos no estaban muy calientes, pero mejoró hacia el final, lo cual es una buena señal", dijo. Sus pruebas estuvieron marcadas principalmente por un trompo desde la primera curva, con salida de pista. Explicó que un talón-dedo (acelerar mientras se frena durante el cambio descendente) había desestabilizado el coche, "mientras que en la Fórmula 1, eso lo estabilizaría".
"Fue una experiencia instructiva, después de eso no lo volví a hacer y fue mejor", comentó en las que han sido las primeras pruebas que le han permitieron aclimatarse a su nuevo coche, pero también las primeras en conducir en Indycar en general. El piloto subrayó el mejor agarre mecánico y la menor potencia del vehículo en comparación con la Fórmula 1, aunque el confort de conducción es muy bueno, según ha afirmado.
Disputará la temporada de IndyCar a partir de abril
Usando durante sus pruebas un casco diseñado por sus tres hijos para lo que debería haber sido su último GP de F1 y que volverá a usar durante la primera carrera de la temporada de IndyCar, Romain Grosjean reveló que había hablado mucho con ellos últimamente, diciendo estaban "felices" de que volviera a competir.
El 29 de noviembre, vieron en televisión a su padre sobrevivir a un terrible accidente en Bahréin, logrando salir de su F1 en llamas 28 segundos después de que se estrellara a 220 km / h contra una barrera de seguridad y se partiera por la mitad.
Imagen del casco diseñado por los hijos de Grosjean
"Vi la muerte demasiado de cerca", dijo a la AFP en ese momento, con ambas manos quemadas (la izquierda más grave), un esguince de tobillo izquierdo y hematomas en este lado del cuerpo. Dijo que todavía tenía una ampolla en la palma de su mano izquierda que no le molesta para conducir.
Tendrá que esperar hasta el 18 de abril para su primera carrera con el inicio de la temporada en el Gran Premio de Alabama. Por otro lado, no competirá en las carreras ovaladas, incluidas las 500 Millas de Indianápolis, el evento más prestigioso de la serie, que considera demasiado arriesgado para imponerse a su familia.
Grosjean se une a otros dos franceses en Estados Unidos, Sébastien Bourdais, cuatro veces campeón de ChampCar, la serie que precedió a la IndyCar (de 2004 a 2007), y Simon Pagenaud, coronado en IndyCar en 2016 y ganador en 2019 de las 500 Millas. de Indianápolis.