El Atlético tampoco está fino, pero le bastó con un robo de Sorloth en el centro del campo y una contra de Correa en el 92 para ganar en San Mamés tras un partido sin apenas ocasiones y que iba para un claro 0-0. Con siete cambios respecto al partido contra el Espanyol, el Atlético tampoco mejoró demasiado. El Athletic Club estuvo más cómodo en el terreno de juego, pero ahora mismo es un conjunto con muy poco gol.
La dupla atacante colchonera esta vez fue la formada por Griezmann y Julián Álvarez y tampoco funcionó, con ambos desconectados de la zona de elaboración. La primera parte fue una lucha sorda en el centro del campo, más dominado por los leones que trataban de abrir el juego para las bandas donde los hermanos Williams buscaban percutir en la típica defensa de cinco montada por Simeone.
La primera parte
Sin tiros a puerta
La batalla no se tradujo en ocasiones de gol y en la primera parte, jugada bajo la lluvia, los porteros no tuvieron que intervenir. En el Atlético debutaba el argentino Juan Musso por una indisposición estomacal de Oblak.
Lo más parecido a una ocasión de gol fue un balón que le llegó a Julián Álvarez tras un fallo de la defensa bilbaina. El argentino corrió para encarar a Arrizabalaga, pero Yuri llegó a tiempo de entrar al corte y desbaratar el previsible mano a mano.
Gol anulado
Nico Williams en fuera de juego
La segunda parte comenzó con un gol de Nico Williams en el primer minuto, pero el tanto no subió al marcador porque el menor de los Williams estaba en fuera de juego cuando remató el centro de su hermano.
La réplica llegó pronto en un centro chut de Griezmann que no encontró rematador. Dejó de llover en el descanso y eso y la incertidumbre del marcador avivó el juego, que se hizo más de área a área, con transiciones mucho más rápidas.
A la hora de juego Valverde introdujo un triple cambio y dio salida a Vesga, Djaló y Jauregizar. Musso hizo una buena parada a Sancet. El Atlético también hizo un triple cambio. Se marcharonn Lino, Julián Alvarez y Gallagher y entraron Riquelme, Sorloth y De Paul. En el 88 entraría Correa y sería decisivo.
El partido entró en los últimos minutos con máxima igualdad, pero el gol no se presentía. San Mamés era una caldera que celebraba cada saque de esquina como medio gol. Hernández Hernández añadió seis minutos de añadido y en el 92 Sorloth robó un balón en el centro del campo tras una indecisión entre Lekue y Vivian y se le sirvió a Correa que por velocidad se fue de todos, se plantó ante Agirrezabala, lo dribló y marcó. Aún tuvo una contra Sorloth para hacer el segundo pero el portero le tapó el remate. La tarde acabó en drama para San Mamés.
