El portero fue la gran sorpresa en el once y firmó un partido notable. No era fácil afrontar un duelo de tal exigencia tras solo disputar un partido (Barbastro en Copa) en muchos meses, pero demostró sus virtudes: experiencia, magnífica colocación y gran seguridad por arriba. Su primera salida dudosa fue tan solo una anécdota. Acabó con paradas, con 42 de 49 en pases y siendo infalible en las seis salidas por arriba que el Barça necesitó. Destacar también el encuentro de un Iñigo Martínez que es clave con el balón (cuatro de nueve en desplazamientos) y también en lo defensivo. De una anticipación agresiva suya provino el segundo gol.
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