Salt Lake City’34... con condiciones

La última de París

Salt Lake City’34... con condiciones

John Grisham, uno de los escritores más vendidos del mundo, especialista en novelas sobre abogados (El cliente, El manuscrito, El jurado, El informe Pelícano...), escribió: “La justicia estaba de su parte, y tenía que estar dispuesto a luchar contra el mal en cualquier momento... Estados Unidos de Norteamérica vencerá”. Por eso desde EE.UU. ya hay voces que critican el récord mundial del chino Pan Zhanle en los 100 metros libres, anteayer en la piscina de París.

Esta obsesión casi educativa que los norteamericanos siempre son los buenos es un error. Grisham haría ratatouille literaria con esta historia de dopaje, chinos, americanos y el FBI.

John Grisham haría ratatouille literaria con esta historia de dopaje, chinos, americanos y el FBI

La WADA es la agencia mundial antidopaje. Formada mitad y mitad por miembros del movimiento olímpico y gobiernos del mundo, está sorprendida por un raro movimiento ejercido por la Usada, la agencia norteamericana antidopaje, que, por cierto, está integrada en la WADA.

En el 2019, el Congreso de EE.UU. aprobó la llamada ley Rodchenkov. Grigori Rodchenkov es un científico ruso que se exilió bajo protección a Estados Unidos con un disco duro lleno de casos de dopaje en Rusia. De hecho, en los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi 2014, Rodchenkov cambió las muestras reales de orina contaminadas por falsas, en el caso más descarado de dopaje internacional.

Hace tres años, en los Campeonatos de China de natación, 23 nadadores dieron positivo. La agencia de dopaje china, integrada en la WADA, concluyó después de diversos estudios que los positivos fueron por una intoxicación alimentaria en el hotel donde estaban concentrados los nadadores. Tanto la Agencia Mundial Antidopaje como la Federación Internacional de Natación corroboraron el informe médico. Algunos de estos nadadores, meses después, participarían en los Juegos de Tokio. (Por cierto, entre estos 23 no estaba Pan Zhanle).

Este 2024, la WADA, la Federación Internacional de Natación y el Comité Olímpico de China se han indignado por la sorprendente decisión del FBI de abrir una doble investigación, conjuntamente con el fiscal general de Estados Unidos. El FBI pidió información por escrito de lo sucedido en China a la Federación Internacional, que respondió simplemente: ¿Por qué hemos de contestar si Estados Unidos no tienen jurisdicción? (Más sorpresas: los propios americanos forman parte –uno de los cinco miembros de la WADA es estadounidense–, de la agencia que ha avalado la decisión de los médicos chinos).

TOPSHOT - China's Pan Zhanle reacts after winning gold and breaking a world record in the final of the men's 100m freestyle swimming event during the Paris 2024 Olympic Games at the Paris La Defense Arena in Nanterre, west of Paris, on July 31, 2024. (Photo by Jonathan NACKSTRAND / AFP)

El chino Pan Zhanle batió el récord del mundo en la final olímpica de los 100 metros libres

JONATHAN NACKSTRAND / AFP

Pero la historia para John Grisham se enreda aún más: hace tres semanas, el director general de la Federación Internacional de Natación, el norteamericano Brent Nowi­cki, fue detenido en el aeropuerto de Wa­shington cuando se disponía a volar a Ginebra. La policía le chantajeó: o firma un documento conforme testifica cuando se le cite en los juzgados o lo aclaramos aquí y se arriesga a perder el vuelo. Nowicki firmó.

La indignación es global y el COI, las federaciones internacionales, la Agencia Antidopaje y, por supuesto, el Comité Olímpico de China protestan por la injerencia.

La batalla es tan cruda que esta pasada semana en París, el COI otorgó a Salt Lake City la organización de los Juegos Olímpicos de invierno del 2034, pero, por primera vez en la historia olímpica... con condiciones. O EE.UU. frena esta obsesión por inmiscuirse en decisiones colegiadas por la WADA, comités nacionales, federaciones internacionales y gobiernos presentes en el COI, o se le retirará la organización del 2034.

Ayer, un miembro del COI me rogó que mirara el vídeo de presentación de la sede de Utah a cargo del alcalde de Salt Lake City (demócrata) y del gobernador de Utah (republicano). Algunas preguntas de los presentes fueron demoledoras. El representante de Austria les remató: “¿Les parece bien que cada país de Europa haga una ley como la suya?”. Otro cuestionó si el FBI, por ser quien es, puede hacer investigaciones extraterritoriales por encima de las soberanías nacionales. Otro ironizó si los miembros del FBI viajarán personalmente a China. La cara de los políticos de Estados Unidos era de no saber debajo de qué silla esconderse.

Salt Lake City se fue de París sabiendo que la sede ha sido elegida, pero que, para el movimiento olímpico, ser norteamericano no es suficiente. ¿Qué pasará, acostumbrados EE.UU. a vencer siempre? Esperamos nuevos capítulos, que podrían iniciarse con una frase del propio John Grisham: “La verdadera justicia no es solo ganar, es hacer lo justo”.

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