El CSD fija los criterios para disputar la Liga ante el colapso por la guerra Asobal-Federación
Balonmano
La autoridad deportiva gubernamental establece las reglas del juego para el desarrollo de la Liga 2024-25, el calendario y los cánones
El blaugrana Domen Makuc ante el Logroño
El balonmano español vive días convulsos en las altas instancias organizativas, con una guerra abierta entre sus dos entes gestores: la Federación Española (RFEBM) y la Asobal, la Liga profesional que engloba a los 14 clubs profesionales. Fruto de su tira y afloja por atribuirse funciones organizativas, la competición del próximo curso 2024-25 está todavía en el aire, sin calendario y sin criterios de gestión. Ha tenido que ser el CSD (Consejo Superior de Deportes) el que ponga paz y cordura y fije los criterios para el desarrollo de la Liga.
Confección del calendario
Según el CSD, corresponde a la Asobal elaborar el calendario de la Liga, y no a la Federación, como pretendía asumir
El problema de fondo entre la Asobal (liga profesional desde el 2023) y la Federación es la inexistencia de un convenio regulador “de delegación de funciones” para la gestión de la liga española de División de Honor (la Liga Plenitude Asobal). En verano del 2023 ya tuvo que ser el CSD quien, mediante una resolución (1 agosto 2023), estableciese los criterios para facilitar el inicio y desarrollo de la Liga. Ahora vuelve a intervenir ante “la persistencia de la falta de acuerdo entre la Liga profesional y de la Federación”.
En su resolución con fecha 13 de junio, firmada por José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD, la atribución de la confección del calendario de la Liga 2024-25 corresponde a la Asobal, que “deberá observar el calendario de actividades de la RFEBM”, así como el calendario internacional y las fechas de preparación de la selección.
El CSD insta al presidente de la Federación, Paco Blázquez, a ratificar o rechazar el calendario “de manera motivada”.
La entrega de la copa
El CSD atribuye a la Federación la ceremonia de entrega del trofeo, a cargo del presidente
Curiosamente, el CSD también establece en su resolución quién debe entregar el trofeo de campeón de la Liga: “(La copa) Será entregada por el presidente de la RFEBM”. Aunque la Asobal y la Federación “consensuarán la fecha y lugar donde hacer entrega de la copa”. Los aspectos protocolarios corresponden asimismo a la Federación.
También atribuye a la Federación la organización del playoff de ascenso a Liga Asobal entre el tercer clasificado de la Liga de División de Honor Plata y el antepenúltimo clasificado de la Liga Asobal.
El dinero
La Federación podrá cobrar a los clubs un canon de participación en la Liga de 7.500 euros
Uno de los aspectos más delicados que mayor controversia ha causado entre los dos entes organizadores es el económico. La Asobal entiende que “fijar cánones de inscripción (a los clubs para participar en la Liga) unilateralmente por parte de la Federación es ilegal”. Sin embargo, en su resolución, el CSD da la razón a la RFEBM: “Los clubs participantes en la Liga Asobal se
comprometen a seguir abonando individualmente a la RFEBM los gastos correspondientes al seguro obligatorio deportivo y a los derechos anuales de participación en la cuantía que actualmente se abona, de 7.500 euros por club”.
Asimismo, el CSD obliga a la Asobal a “colaborar con la profesionalización y fomento del balonmano” a través del pago de 100.000 euros en la temporada 2023-24, y de 120.000 en la 2024-25.
Por su parte, la Federación se “compromete” -le insta el CSD- a “invertir los fondos” anteriores en “ayudas a los clubs” para cubrir los gastos de la seguridad social, los gastos de auditorías, los costes de desplazamientos y programas de desarrollo de balonmano base.
Ante esta resolución del CSD -que debería servir como base reglamentaria para desarrollar la próxima Liga-, la Asobal ha manifestado que examinará “profundamente todos los puntos de la resolución a fin de defender los intereses” de la Liga profesional y de sus clubs.