Se convirtió en el puercoespín más famoso de Sudáfrica porque sobrevivió a lo improbable. Hace unos años, en la reserva natural de Londolozi, en el corazón del parque Kruger, un refugio de fauna salvaje del tamaño de Catalunya, un puercoespín del cabo se encontró en la peor situación posible: en mitad de la noche se vio sorprendido por hasta diecisiete leones que lo rodearon sin darle la más mínima posibilidad de escapar. Unos turistas que observaban la eminente escabechina, grabaron la escena con la ayuda de un foco. Pero aunque la suerte del roedor parecía echada, no fue así.
Durante varios minutos, el puercoespín, consciente de sus limitaciones, se defendió mostrando sus púas afiladas de hasta treinta centímetros y haciéndolas chocar entre ellas para emitir un sonido metálico que hizo dudar a los felinos. Su valor tuvo premio en forma de milagro: consiguió escapar.
Que la naturaleza escriba sus propias leyendas de David y Goliat es una de las pocas esperanzas del Barça de Flick
Aquel encuentro sirvió para ilustrar un estudio en la revista especializada Journal of East African Natural History sobre las interacciones entre leones y puercoespines, que reveló un resultado sorprendente. El trabajo, que recopilaba encuentros entre el rey de la selva y el llamado cerdo con púas de la sabana entre los años 1960 y 2016, concluyó que los ataques de leones a puercoespines eran uno de los instantes más peligrosos… para los leones. El informe registraba hasta 50 casos de leones heridos o fallecidos a causa de las púas lanzadas por puercoespines, que al clavarse y romperse en la piel se infectaban rápidamente y a veces provocaban una muerte lenta al felino.
Que la naturaleza escriba sus propias leyendas de David y Goliat es una de las pocas esperanzas a las que asirse para el Barça de Flick. Tras el fichaje de Mbappé por los blancos y el empujón anímico de la decimoquinta Champions impoluta (¿quién recuerda ya el gol anulado en el último minuto al Bayern en semis?), el Madrid se prepara para la carnicería. Con un equipo joven y poderoso, al que ahora se suma el mejor delantero del momento y la próxima estrella del fútbol brasileño, se prepara para reinar en la Liga y someter al Barça sin piedad.
A los blaugrana solo les queda la dignidad del puercoespín. Porque aquel roedor de Sudáfrica rodeado de leones sobrevivió siendo fiel a su naturaleza. Si hubiera intentado correr o batirse a mordiscos, habría sido la cena de la manada de felinos. Pero optó por creer en sus armas: unas púas afiladas que el león temía porque las recordaba mortales.
En tiempos de nubarrones y estómagos vacíos, al Barça solo le queda ser fiel a la Masia, a su estilo y a una forma de mimar el balón que aspira a convencer y no solo a vencer.
Quizás con una pizca de suerte el Madrid dude y recuerde que, no hace tanto, el Barça le enseñó que esas armas también fueron mortales.
