Un partido trabajado para otra final soñada: la quinta de un Masters 1.000 de su carrera. Alcaraz superó la pasada madrugada al polaco Hurkacz, un rival que se lo puso aún más difícil que hace una semana en Toronto. El número 1 necesitó tres sets (2-6, 7-64y 6-3) y superar una bola de partido para citarse en la final con Novak Djokovic, que ha tumbado a Alexander Zverev.
Hurkacz ha ido cogiendo la medida al español y esta vez se hizo con relativa comodidad del primer set tras salir mucho mejor a pista que el murciano, anular su servicio y frustrar sus intentos de rotura. Una dinámica que se trasladó al segundo set para desquiciar a Alcaraz, quien veía que aun poniendo todo su empeño se veía superado también en esa segunda manga, en la que llevó a salvar una bola de partido gracias a un oportuno error del polaco al enviar fuera el punto decisivo.
Prácticamente perdido, Alcaraz aceptó el sorprendente consejo que Ferrero le lanzó desde su box en voz alta: “Haz lo contrario de lo que pienses”. Dicho y hecho. Tirando por el camino de enmedio el murciano resistió y consiguió arrancar ese segundo set en un competido tie break que llevó el duelo a un tercero y definitivo en el que Carlitos volvió a ser Carlitos para dominar el juego desde el principio y romper por primera vez el servicio de su rival para el 3-1 y encarrilar definitivamente la victoria.