El Barça gana al Madrid el segundo clásico de las Américas

Madrid, 0 - Barça, 1

Qué pena para los culés que lo que pasa en Las Vegas se quede en Las Vegas, como dijo Laporta, porque los azulgrana con Lewandowski de titular tuvieron más fútbol que los merengues sin Benzema

Real Madrid -Barcelona | Resultado, resumen y goles del Clásico de Las Vegas

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Raphinha, autor del gol del triunfo culé 

FREDERIC J. BROWN / AFP

El equipo de los milagros, única manera de entender que en la caja del Barça no haya más que telarañas y, en cambio, se haga con una retahíla de jugadores a precio de galácticos, presentó en Las Vegas a Robert Lewandowski, su última estrella. La teoría del milagro la propagó el entrenador del Bayern Munich, Julian Nagelsmann –“el Barcelona es el único club del mundo que no tiene dinero pero compra a cualquier jugador que quiere”–, molesto sin duda por haber perdido a su goleador de referencia.

La ciudad de los casinos, de la mafia, de la ruleta, de los neones, de los falsos Elvis, del pecado en definitiva, fue el escenario del segundo clásico de las Américas, un Barça-Madrid –victoria catalana por un gol a cero– en el que debutó Lewandowski, piedra angular del nuevo sueño azulgrana, aunque a sus casi 34 años (los cumple el 21 de agosto) no es precisamente una apuesta de futuro.

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Lewandowski ha debutado como jugador del Barça 

FREDERIC J. BROWN / AFP

El polaco debutó como titular. Formó trío de ataque con Ansu Fati y con otro nuevo, Raphinha. Hace cinco años, en el primer clásico en Estados Unidos, en julio del 2017, celebrado en Miami (3-2 para los catalanes), los culés contaron en ataque con un tridente de ensueño, Messi, Neymar y Suárez. Pero ese fue el último partido del brasileño y se rompió esa magnifica sociedad.

No se trata de pensar, como el poeta, que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque, a falta de Messi, el diez lo luce un jovencito Ansu que ilusiona, atrevido y descarado, con ganas de hace cosas diferentes. Y Lewandowski demostró desde el primer momento –una falta al sumarse a la recuperación de pelota– que es un tipo que sabe muy bien de qué va esto y con ganas. No ha fichado en búsqueda de una jubilación dorada.

Madrid - Barça

El Allegiant Stadium de Las Vegas se ha llenado: 72.000 espectadores con mayoría blanca

El Allegiant Stadium, una especie de nave de la guerra de las Galaxias, se llenó al máximo, 72.000 espectadores entre los que predominaban las camisetas blancas, dicen que en parte debido a que el Madrid estuvo generoso regalando su zamarra. La mayor ovación, sin embargo, se la llevó Lewandowski en la presentación. En los blancos, por contra, no estaban sus jugadores más relevantes, ni su gran figura, Benzema, ni su centro del campo habitual, sin Casemiro, Modric y Kross, los tres en el banquillo.

Luciendo el 12, el nuevo delantero centro de los azulgranas aportó algo diferente. El equipo, ya con Xavi en el banquillo, solventados los problemas burocráticos con su visado, mantuvo su seña de identidad. Toques y más toques, el famoso tiki-taka. Pero el polaco es de los que rompe porque siempre tiene la caña preparada, de disparo rápido en una escuadra poco acostumbrada al chut y más dada al deleite de la autosatisfacción.

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Raphinha combina ante Camavinga 

Ethan Miller / AFP

Pese al dominio, la primera ocasión la tuvo Valverde, que estrelló un balón en el poste. Poco después, un Raphinha que había estado poco afortunado en el regate, se sacó un disparo espectacular y anotó el 1-0 en el minuto 25. Esa magnífica ejecución quedó empañada un tanto empañada por la gran asistencia de gol que le hizo Militao, el defensa brasileño de los merengues se confundió o tal vez pensó que estaban jugando con la selección carioca y que Raphinha era su colega.

La primera parte, de claro dominio culé, acabó con un conato de pelea. Militao cortó una progresión de Pedri con una agresión. El árbitro dejó seguir y la pelota se la llevó Vinicius, al que Alba paró a lo bruto. Y se lió.

La segunda parte arrancó con un baile de cambios y el partido tuvo otro carácter Ancelotti sacó a su medio campo de lujo, a los tres. Xavi hizo cinco relevos, entre estos, Lewandowski y los blancos empezaron teniendo más control. Asensio dispuso de una gran oportunidad y la falló.

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Courtois mantiene el gran nivel con el que acabó la temporada pasada 

JOE BUGLEWICZ / EFE

Siguieron las sustituciones. Solo Courtois se mantuvo entre los titulares de los dos equipos. Piqué entró y, seguramente por el efecto Shakira, fue silbado todas las veces que tocó la pelota, incluso en los rebotes. El partido se convirtió en una montaña rusa y Kessié tuvo una ocasión de oro, tras pase de Sergi Roberto, para meter el segundo.

La dinámica se transformó en los últimos minutos. El fútbol de toque lo hizo el Madrid (acabó con un control de balón del 52%), mientras el Barça aguantaba el acecho y el público se volcaba como si fuera un partido de verdad y no un amistoso de verano. En el contraataque, bien llevado por Kessié, a Dembéle le frustró Courtois El francés tuvo otra y el portero belga volvió a estar genial. Couretois impuso el efecto muralla tras un gran disparo de Dest en el descuento.

Ganó el Barça, que tuvo más ocasiones (16 por 9) y más fútbol. Como reza el cartel  que se sacó Laporta, “lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas". Lo malo es que esta victoria tiene todavía menos valor que el 0-4 de la pasada temporada en el Bernabeu.       

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