Una historia muy bonita

POR LA ESCUADRA

Una historia muy bonita

El 17 de junio del 2008, en la rueda de prensa de presentación de Pep Guardiola como el nuevo entrenador del Barça, el presidente Laporta dijo que el nombramiento era la culminación de una historia muy bonita. “Un niño de Santpedor que llega a los equipos inferiores del Barça con 13 años, debuta en el primer equipo con Johan Cruyff, disfruta de un periodo glorioso y se convierte en capitán del equipo...”. No hay que recordar cómo continuó, aquella historia. Pero si te chocas con estos collage fotográficos que corren por las redes, donde podemos ver una fotografía con Rinus Michels dando instrucciones a Johan Cruyff, sobre otra en que Guardiola las recibe de Cruyff, sobre todavía otra en que Xavi escucha atentamente a Pep, tienes la sensación de que, a veces, la historia no nos necesita, a los que vemos maravillados como se despliega ante nosotros. Ella ya se escribe, sola, de acuerdo a una lógica interna que hemos aprendido a anticipar.

Xavi Hernández es un niño de Terrassa que llega a los equipos inferiores del Barça con once años de edad, Asensi lo hace capitán de los alevines, debuta en el primer equipo con Van Gaal, estalla bajo las órdenes de Rijkaard, vive una época gloriosa con Guardiola, que corona con Luis Enrique y, en la selección española, con Luis Aragonés gana a la Eurocopa y con Del Bosque se hace campeón del mundo. Debe ser el mejor futbolista catalán de todos los tiempos. Pero si atendemos a su credo futbolístico, que sabe expresar y transmitir con argumentos y convicción, nos encontramos ante la quintaesencia del barcelonismo, de la versión más concentrada de una tradición que se ha ido perfeccionando generación a generación, incluso desde mucho antes que Michels, de aquello que el Barça ha aportado al fútbol y a su historia.

Hay una idea que quiere ser plasmada encima de un terreno de juego, una manera de jugar, perder y ganar

A El sueño de Coleridge , Jorge Luis Borges aventura la idea que, entre el sueño del palacio de Shan-tu, que tuvo Kubla Khan, y que realizó edificándolo, en el siglo XIII, y el sueño de Samuel Coleridge sobre el mismo palacio, que tradujo en un poema, en el siglo XVIII, tenía que haber un arquetipo todavía no del todo revelado a los humanos, un objeto eterno que estaba ingresando poco a poco en el mundo. Primero en forma de palacio. Después en forma de poema. Hace muchos años, desde que se fundó el Futbol Club Barcelona, hay una idea que quiere ser plasmada encima de un terreno de juego, una manera de jugar, perder y ganar, una manera de entender la vida, si queréis, que se afana por ser realizada. Se va transmitiendo generación a generación, de entrenadores a jugadores. Los aficionados ya hace tiempo que hemos intuido algunas formas e, incluso, las hemos visto expresadas en manifestaciones muy reales. Ahora es la hora de que Xavi nos ofrezca su versión.

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