En sus últimas apariciones públicas Joan Laporta ha insistido en que la continuidad que otorgó a Ronald Koeman, justo antes de la visita al Metropolitano, no está sujeta únicamente a los próximos resultados en los tres partidos siguientes en que el Barça recibirá en el Camp Nou consecutivamente a Valencia, Dinamo de Kíev y Real Madrid, tal como plantean los obstinados en expulsar del banquillo blaugrana a Ronald. La sinceridad con que se expresaron, cara a cara, presidente y entrenador en la cumbre que mantuvieron en los despachos de la ciudad deportiva Joan Gamper y en la que los argumentos del técnico rebatieron las ideas preconcebidas por el máximo dirigente de la entidad sirvió para acercar a ambos hasta donde no habían estado desde el retorno de Laporta a la presidencia en el mes de marzo pasado.
Puestos a ser justos, de Koeman se le reconoce la leyenda que representa por ser el autor del gol más importante de la historia del club, que no tan solo sirvió para ganar la primera Copa de Europa, tras tres tentativas anteriores fallidas, si no también para, bajo el influjo de Johan Cruyff, cambiar el signo derrotista que envolvía a la entidad. Además, por su declarada estima a los colores blaugrana, después de vivir durante seis temporadas como integrante destacado del dream team , no dudó en acudir a la llamada de Bartomeu, cuando tras la humillante derrota por 2-8 contra el Bayern, fue requerido para hacerse cargo de un equipo en clara decadencia.
Desde entonces Ronald ha tenido que asumir la salida de la mayoría de vacas sagradas del vestuario, empezando por el jugador que ha protagonizado los pasajes más destacados de la última década y media, Leo Messi, así como otros futbolistas que como Suárez y Griezmann complementaban al astro argentino con sus goles. La precariedad económica impidió buscarles sustitutos, pero a cambio el holandés ha sabido encontrar entre los jóvenes los brotes verdes que representan un futuro esperanzador.
Tan denostado como lo fue en su momento su compatriota Van Gaal, al igual que lo hiciera Louis con Valdés, Xavi, Puyol o Iniesta, piezas clave del mejor Barça de todos los tiempos, el legado de Koeman promete alcanzar cotas esperanzadoras con los Araújo, Gavi, Pedri o Ansu Fati. Por ello, Laporta ha querido ser justo con su técnico, darle la oportunidad de competir con el equipo cuando recupere definitivamente a los delanteros lesionados, que se antojan determinantes, como Ansu Fati, Agüero y Dembélé, para que el Barça pueda luchar en condiciones más favorables la disputa de títulos. De momento, los partidarios del retorno inmediato de Xavi Hernández deberán esperar.