La misión que ilusiona a Thiago y Rafinha Alcántara

El Reportaje

Con su fundación, la familia Alcántara impulsa la BAC station Gràcia, un ‘hostel’ que acoge e integra personas migrantes

FOTO: MANÉ ESPINOSA. REPORTAJE DE LOS HERMANOS ALCANTARA QUE HAN ALQUILADO UN HOSTEL DE BARCELONA PARA ACOGER A INMIGRANTES EN PELIGRO DE EXCLUSION SOCIAL. UN PAR DE JOVENES CONVERSANDO EN LA TERRAZA DEL HOSTEL

Desde el 2019 la familia Alcántara promueve y desarrolla proyectos con un objetivo común: fomentar el desarrollo personal y potenciar la inclusión social de personas en situación de vulnerabilidad 

Mané Espinosa, LV

“¡Chicos, ya ha llegado la comida!” Inmediatamente las risas y las conversaciones de 38 jóvenes migrantes inundan los pasillos y la escalera principal del JAM Hostel, ahora su casa. Todos forman una cadena humana para llevar hasta la cocina las cajas con leche, fruta, verdura y algún capricho de donaciones de distintos supermercados. Aunque llevan mascarilla, en sus miradas se lee el agradecimiento y la ilusión por tener una segunda oportunidad. Es en este hostel , situado en el corazón del barrio de Gràcia de Barcelona donde los futbolistas Thiago y Rafinha Alcántara han impulsado junto a Barcelona Actúa la BAC station Gràcia, la enésima ilusión de la Alcántara Family, la fundación creada junto a su padre, Mazinho, y Júlia Vigas, mujer de Thiago y presidenta del que sin duda es el legado más personal de los Alcántara.

Los chicos hacen una cadena humana para llevar la comida a la cocina

Los chicos hacen una cadena humana para llevar la comida a la cocina

Mané Espinosa, LV

“Hace dos años nos reunimos toda la familia y decidimos juntar las acciones solidarias que ya realizábamos individualmente para crear la fundación”, cuenta a este periódico Rafinha Alcántara, ahora futbolista del París Saint-Germain. Se añade a la conversación su hermano mayor, Thiago Alcántara, ahora centrocampista del Liverpool. “Poder hacerlo a nuestra manera y siempre pensando en lo mejor para ellos fue lo que nos impulsó a crear la fundación”.

Creamos la fundación para poder hacerlo a nuestra manera. En un futuro nos gustaría ampliar fronteras”

Thiago AlcántaraJugador del Liverpool

Ambos eligieron Barcelona porque al margen de ser donde dieron sus primeros pasos en el fútbol vistiendo la camiseta blaugrana es la ciudad que les ha visto crecer. “Pero en un futuro nos gustaría ampliar y trabajar en otras ciudades”, añade Thiago Alcántara desde Liverpool, ciudad en la que vive con su familia. “Pues sí, nos gustaría hacer algo aquí en Liverpool, pero ahora mismo nos tenemos que adaptar a la situación e implicarnos al máximo con lo que tenemos” dice Júlia Vigas, su mujer y presidenta de la fundación que está en permanente contacto con Barcelona.

Thiago Alcántara y Júlia Vigas haciendo una videollamada al hostel

Thiago Alcántara y Júlia Vigas haciendo una videollamada al hostel

Alcántara Family Foundation

De momento, la BAC station Gràcia es la ilusión presente de todos ellos. Un proyecto impulsado en parte por la pandemia. “Estando en casa teníamos tiempo de pensar en más cosas al margen del fútbol. Y fuimos haciendo reuniones con Barcelona Actúa. Fue una felicidad muy grande encontrar un hostal y ver que el proyecto era posible”, explica Rafinha, que fue quien se inspiró cuando vio la iniciativa del futbolista del Mónaco Keita Baldé pagando el alojamiento en dos hoteles de Lleida a 80 temporeros de la fruta. Fue entonces cuando se reunieron con la fundación Barcelona Actúa con la que estaban colaborando en otros proyectos de integración social en el Raval. “Nosotros ya lo habíamos intentado antes pero era demasiado costoso. Con ellos fue muy fácil”, afirma Laia Serrano, directora de Barcelona Actúa.

Muchos llegan de la calle, al borde de la marginalidad y sin que nadie les haya preguntado qué quieren ser de mayores"

Laia SerranoDirectora Barcelona Actúa

Así fue como el JAM Hostel dejó de albergar turistas el pasado mes de julio del 2020. Se convirtió entonces en la BAC station Gràcia, nuevo hogar de estos jóvenes de entre 18 y 25 años marroquíes, saharauis y subsaharianos de Senegal, Costa de Marfil, Camerún y Guinea que conviven bajo el mismo techo. Desde el inicio del programa han acogido a 56 alumnos. “Muchos llegan de la calle, al borde de la marginalidad y sin que nadie les haya preguntado qué quieren ser de mayores. Nosotros lo descubrimos y les formamos”, dice Serrano.

Uno de ellos es Jamal, que está cursando la ESO. También asiste a clases de castellano. Orgulloso de sus avances, no duda en ponerse a prueba y compartir su experiencia con un perfecto castellano: “Llevo tres meses aquí. Estoy muy contento. Tener un techo y a gente que te apoya es lo más importante”, explica con una sonrisa. Se añade a la conversación Abdelaziz, que a sus 23 años está en proceso de acceder a una plaza en un curso de cocina, una de sus pasiones. “Llevo ocho meses aquí. Me levanto por las mañanas, ordeno todas mis cosas, desayuno y voy a estudiar. ¡Ah y la comida está muy buena!”, remarca.

Rafinha en una de sus visitas a la BAC station de Gràcia

Rafinha en una de sus visitas a la BAC station de Gràcia

Alcántara Family Foundation

El hostel cuenta con dos plantas. En la primera se encuentra una luminosa cocina de paredes color crema, encimeras metálicas y largas mesas de madera. En las paredes no faltan los carteles recordando que no hay que malgastar el agua y que deben dejar la cocina igual que se la han encontrado: limpia y ordenada. La covid también tiene mucha presencia con carteles recordando el uso de la mascarilla y lavarse las manos con asiduidad. “Contamos con tres protocolos: el verde que apenas se ha usado, el naranja que es el actual y el rojo, que implica el cierre total , el traslado de cinco voluntarios a vivir con ellos y las clases online”, explica Serrano.

El 'hostel' cuenta con ocho habitaciones de dos literas cada uno

El 'hostel' cuenta con ocho habitaciones de dos literas cada uno

Mané Espinosa, LV

En el piso superior se encuentran ocho habitaciones que cuentan con dos literas. Abdellah, que está realizando un curso de jardinería y horticultura ecológica, enseña la suya ordenada y con una manta de la Real Sociedad encima de su cama. Es una de las prendas que llegaron al hostel por Navidad. Hay capacidad para 40 personas aunque han dejado una libre por si hubiera algún contagio. En el pasillo que precede a las habitaciones se alza el particular homenaje a sus anfitriones con una camiseta de la Alcántara Family Foundation firmada por toda la familia. Alrededor fotos de todos ellos en las que también aparecen los dos hermanos en visitas presenciales y como no, las telemáticas.

Cuando pudimos ir a verles después del confinamiento fue increíble ver que estaban tan felices bajo un techo”

Rafinha AlcántaraJugador del PSG

Para Thiago Alcántara la primera fue la más especial porque “no pararon de darnos las gracias por todo” . Rafinha añade que “cuando pudimos ir después del confinamiento fue increíble. Eran felices y no estaban sufriendo por no tener un techo donde dormir”. 

Por último el recorrido del hostel conduce a la estrella de la corona: una enorme terraza donde no faltan las plantas que cuidan y riegan ellos mismos y cómo no, donde juegan al fútbol siempre respetando a los vecinos. Saben que toca desearle lo mejor al PSG y al Liverpool pero tienen claro que si juega el Barcelona , apoyarán siempre a los blaugrana. Aquí esperan felices a que la unión de ambas fundaciones les permita regularizar su situación laboral y les encuentre una familia de acogida para que puedan alargar el proceso de integración.

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