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Los Lakers barren a Miami y ganan la final de la burbuja de la NBA

Lakers, 106-Heat, 93

El quipo de LeBron James y Anthony Davis iguala a los Celtics con 17 títulos

Rondo, primer jugador que gana el anillo con Los Angeles Lakers y los Celtics

Así lo vivimos en directo

Los Lakers posan con el trofeo Larry O’Brien.

Reuters

Los Lakers ni quisieron ser menos y se apuntaron a la jornada de los grandes logros del deporte internacional para hacerse con su 17.º título de la NBA igualando a los Celtics, eso sí con muchas más finales perdidas que los de Boston (15-4). Pese al maquillaje del resultado final (106-93), Miami no fue rival para los angelinos en el sexto partido de la gran final de la burbuja de Orlando, y ni Dam Adebayo ni Jimmy Butler, los héroes de los dos partidos de la serie que han conseguido ganar los Heats, pudieron hacer nada para mantener las esperanzas de su equipo. Ni siquiera Goran Dragic, que salió a jugar sin haberse recuperado de la importante lesión de rodilla.

Los de Frank Vogel, por su parte, ni siquiera habrían necesitado el nuevo recital de LeBron James, que firmó un nuevo triple doble (28p, 14r, 10a). Ni el doble doble Anthony Davis (19p, 15a), una pareja que está llamada a dar muchas alegrías al equipo púrpura. También se permitió su cuota de gloria Rajon Rondon. En realidad, les bastó con demostrar la solidez y regularidad que los había llevado a ser el mejor equipo de la Conferencia Oeste y, sobre todo, plantear un gran partido defensivo para anular a Miami desde el primer cuarto.

El partido acabó tomando el aire de un All Starsen el que incluso los jugadores sin minutos saltaron a pista

Fue en esos primeros minutos cuando ya quedó claro que la remontada de los Heat tenía todos los números para quedarse en un sueño. No ya por el 28-20 con el que acabó ese período, sino por la diferencia abismal que se reveló en el juego de ambos equipos. Una desigualdad que quedó patente en el segundo cuarto, cuando ante la superioridad de los Lakers, los de Erik Spoelstra empezaron a precipitarse, buscar en vano la línea de 7,24 y cometer errores impropios de una final. Hasta firmar un desastroso 64-36, el segundo marcador con más diferencia de puntos al descanso en la historia de las finales.

Lebron James gana su cuarto trofeo Larry O’Brien.

Reuters

Enterradas sus opciones con medio partido por delante, con medio equipo cargado de personales, Miami simplemente trató de salir de una forma digna de unas finales que había alcanzado de forma más que meritoria tras dejar por el camino a Indiana, Milwaukee y Boston después de haber alcanzado los playoffs como quinto mejor equipo de Este.

Lo consiguió a medias. Ya que si bien el bochorno del segundo tiempo no fue el de ese nefasto segundo cuarto los Heat no dieron nunca la imagen de un rival que pudiese competir y no fueron más que un sparring para los Lakers. Hasta el punto de que el partido acabó tomando el aire de un All Stars en el que incluso los jugadores sin minutos del nuevo campeón de la NBA pudieron salar a la pista.

Un final de espectáculo festivo propio de una final disputada en Disney World.