Si hay un día clave en el regreso del fútbol profesional en España tras la pandemia es el 18 de abril en la reunión convocada por el Gobierno, a través de Consejo Superior de Deportes (CSD), con la Liga de Fútbol Profesional (LaLiga) y la Federación Española de Fútbol (RFEF). Allí se coció la vuelta y algo más. A partir de ese día todo el mundo jugó fuerte para el regreso de la Liga de fútbol. Javier Tebas, el presidente plenipotenciario, hasta llegó a sugerir después un día de inicio: el 12 de junio. La Federación, que en principio se había mostrado reticente a la vuelta y defendía a los jugadores, calló. Y el Gobierno, que siempre había priorizado la salud al deporte, abrió una puerta que no parece que vaya a cerrarse.
Después de ocho horas de reunión en el Palacio de Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, llegaron a un acuerdo en lo que desde el CSD más tarde se bautizaría como “Los pactos de Viana”. Se dio muy poca información de los acuerdos, pero llegó pronto una foto con Irene Lozano, presidenta del CSD, Javier Tebas y Luis Rubiales en el Palacio, sin corbatas y a los preceptivos dos metros de distancia con Lozano en medio de los dos dirigentes del fútbol. A partir de ese día dio la sensación de que los tres organismos (enfrentados entre sí no hace mucho tiempo) se ponían a remar juntos para que volviera el fútbol profesional en España el próximo mes de junio.
LaLiga ofreció 200 millones en cuatro años al Gobierno y a la RFEF y logró que se ampliara el plazo de derechos de televisión más de tres años
LaLiga puso encima de la mesa 200 millones de euros en cuatro años para repartir entre el Gobierno y la Federación que a su vez repartirían entre federaciones de deportes federados, olímpicos y paralímpicos que se sumaba a la aportación ya comprometida. Además, se creó un fondo de contingencia de 10 millones de euros para la atención de deportistas vulnerables, a la espera de que también se sumara la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE). El presidente de esta, David Aganzo, dijo un día que la concentración de los jugadores antes de empezar la Liga o durante esta “era inconstitucional”. Muy poco después apareció la noticia de que Aganzo era acusado de cohecho. Más tarde, un juez confirmó la imputación del presidente de la Liga, Javier Tebas, por un supuesto alzamiento de bienes.
Pero el día en que se coció la vuelta del fútbol también hubo otro acuerdo importante: el Gobierno se comprometió a cambiar el decreto por el que los derechos de televisión para la retransmisión de fútbol tenían una duración de tres años. Se ampliaba ese tiempo y hasta se podía llegar a acordar la cesión de los derechos por seis años, lo que representa una operación muy beneficiosa para los detentadores de los derechos (Mediapro) que disponen de más tiempo de comercialización y mayor capacidad de rentabilización al aumentar el periodo.