Qatar, Mundial de la corrupción
Fútbol
La detención de Platini, último episodio de una trama que nació en el 2010 y desmontó a la FIFA
Michel Platini fue detenido y posteriormente liberado el pasado martes entre sospechas de corrupción por la elección de Qatar como sede del Mundial del 2022. Qatar, Mundial y corrupción son tres palabras que van de la mano desde el 2010, año en que la FIFA tomó la decisión polémica de apostar por un país sin ninguna tradición futbolística y sin ninguna otra arma que el dinero. Desde entonces se sucedieron las sospechas, los escándalos, las investigaciones periodísticas y el castillo de naipes de la cúpula de la FIFA, la regida durante muchos años por los Joseph Blatter, Jérôme Valcke, Platini y compañía, se empezó a venir abajo. Hasta el momento se han producido muchas preguntas. Algunas tienen respuesta, otras están en manos de la justicia.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA TRAMA?
Se sabría años después pero un almuerzo en el Palacio del Elíseo sirve como punto de arranque de la partida de póquer, poder, ambiciones, dinero e influencia que derivó en la elección de Qatar. A la cumbre asistieron personajes de enorme relevancia política como Nicolas Sarkozy, entonces presidente de la República Francesa, el propio Michel Platini, el actual emir de Qatar, Tamin Hamad Al Thani, el jeque Hamad Ben Jassem, en aquel momento primer ministro y ministro de relaciones exteriores del emirato, y Sebastien Bazin, como representante del fondo Colony Capital, dueño del PSG antes de que Qatar Sports Investments se hiciera con el equipo parisino en junio del 2011.
Sobre la mesa la búsqueda de apoyos para el Mundial del 2022, unos días antes de la votación, que se produjo el 2 de diciembre del 2010. Platini siempre ha declarado que Sarkozy no le pidió el voto para Qatar, que simplemente le invitó a comer y que entre los asistentes había representantes qataríes. En cambio, el expresidente de la FIFA Joseph Blatter asegura que esa reunión cambió el rumbo de los acontecimientos. “Platini me llamó y me dijo: ‘Escuche, presidente, nuestro acuerdo de caballeros que hemos hecho dentro del comité ejecutivo de la FIFA tendrá problemas para funcionar’”. En un principio el exfutbolista habría estado por la labor de apoyar a EE.UU. como organizador del Mundial 2022.
Sarkozy, Qatar, PSG, política, dinero, intereses, nombres e ingredientes para una novela
En el 2018, para promover su libro Mi verdad, Blatter ya había declarado lo siguiente: “Qatar ganó después de la intervención política del expresidente francés Sarkozy junto a Platini”. Sea como fuera, a partir de ahí Qatar se metió de lleno en el fútbol francés con la compra del PSG y emergió también la cadena televisiva de capital qatarí beIN.
¿CÓMO FUE LA DESIGNACIÓN?
El 2 de diciembre del 2010 la FIFA escogió las sedes controvertidas de dos Mundiales, Rusia y Qatar. En cuanto al emirato, era un país sin ninguna tradición futbolística, con sólo 1,7 millones de habitantes, con escenarios separados un máximo de 67 kilómetros, con temperaturas tórridas y con la necesidad de poner patas arriba todo el calendario internacional al jugarse un Mundial en noviembre y diciembre. Pese a todas estas contraindicaciones Qatar se impuso a Estados Unidos, Australia, Corea del Sur y Japón. La apuesta qatarí doblegó en la cuarta ronda de votaciones a la candidatura estadounidense, llevándose 14 de los 22 votos. La sorpresa resultó monumental. Los estadounidenses se sintieron despechados y se multiplicaron las sospechas en torno a Qatar. La propia FIFA encargaría su investigación interna, el conocido como Informe García, ya que fue realizado por Michael J. García, antiguo fiscal general de EE.UU. La Comisión de Ética de la FIFA, tras revisar la investigación, decidió no cambiar la elección de Qatar y negó irregularidades. El propio García presentó su dimisión por la actitud de la FIFA.
¿CÓMO SE EJECUTÓ EL SOBORNO?
En toda trama suele haber unos ideólogos y unos ejecutores. En el caso de Qatar siempre se ha atribuido el papel de ejecutor a Mohammed bin Hamman, a quien se acusó de desembolsar 3,7 millones de euros a través de hasta diez testaferros para sobornar a algunos dirigentes de la FIFA y conseguir votos clave. Hamman era en la época el presidente de la Federación qatarí y también presidente de la Confederación Asiática de fútbol. Una frase significativa que se pone en su boca es la siguiente: “Sabe, en mi corazón me gustaría votar por Inglaterra pero sólo votaría por el país de Europa que me dé la mayor cantidad de votos para Qatar. Tengo que hacerlo por mí país”.
El qatarí no es el único caso controvertido que agitó a la FIFA, pero sí el de más relevancia mundial
La escena se produjo en un hotel de alta gama de Johannesburgo en el 2010, meses antes de las votaciones. El interlocutor era un representante de la candidatura de Inglaterra para el Mundial del 2018, candidatura que perdió ante Rusia. Bin Hamman se enriqueció en el negocio de la construcción gracias a su empresa Kemco y en 1998 hizo campaña por Blatter en las elecciones de la FIFA, aunque después en el 2011 anunció su propia candidatura a la presidencia del organismo en contra de su anterior aliado. Pero en mayo del 2011 la FIFA anunció su suspensión tras las denuncias de sobornos contra él. A la misma vez cayó Jack Warner, vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf. ¿Por qué? Por aceptar sobornos durante el proceso de elección del Mundial del 2022. La corrupción llegaba al núcleo del ente rector del fútbol mundial.
¿CÓMO SE DESCUBRIÓ EL PASTEL?
Las investigaciones periodísticas intuyeron que había un filón alrededor de Qatar y no soltaron la presa hasta conseguir jugosas informaciones. Dos resultaron muy significativas y abrieron muchos ojos. La primera, la edición de France Football de enero del 2013 en la que titulaba en portada Qatargate. Fue allí donde se explicó el almuerzo en el Elíseo con Sarkozy, Platini y las autoridades qataríes y donde se acusó a la FIFA de dejarse comprar por Qatar con el plácet de las federaciones de Francia y de Emiratos Árabes. Otra información relevante llegaría de la mano del Sunday Times en junio del 2014. El rotativo británico dijo contar con documentos secretos cuando reveló que Bin Hamman había actuado como sobornador a favor de los intereses de Qatar. El Sunday Times fue el que expuso la cantidad de 3,7 millones, dinero invertido en la compra de voluntades de dirigentes africanos.
¿A QUIÉN SALPICÓ LA CORRUPCIÓN EN LA FIFA?
En mayo del 2015 la justicia estadounidense ordenó la detención de seis altos cargos de la FIFA acusados de fraude electrónico, blanqueo de dinero y extorsión. El mismo día las autoridades suizas confirmaron la apertura de un proceso penal en relación a la concesión de los Mundiales de Rusia y Qatar. La tormenta se le venía encima a la FIFA en múltiples frentes, no sólo el qatarí. “Es la organización más corrupta y deplorable sobre la Tierra”, tuiteaba Gary Lineker, siempre punzante. Sólo dos de los ocho vicepresidentes estaban entonces libres de sospecha. Además otros cuatro de los 16 miembros del Comité Ejecutivo se enfrentaban a problemas judiciales.
A pesar de los sobornos y de la caída de dirigentes el torneo se celebrará donde estaba previsto
Había cargos para todos los gustos. Uno de ellos, Shaikh Salman bin Ebrahim Al Khalifa, estaba acusado incluso de crímenes contra la humanidad. Otro de los vicepresidentes, Issa Hayatou, presidente interino por la sanción a Joseph Blatter, fue acusado de corrupción en 2010. En diciembre del 2015 Platini y Blatter eran suspendidos por el Comité de Ética de la FIFA. El pago de dos millones de francos suizos (1,8 millones de euros) que hizo la FIFA a Platini en febrero del 2011, autorizado por Blatter, “no tenía base legal en el acuerdo firmado por ambos dirigentes el 25 de agosto de 1999”. En toda esta marisma de influencias y ambición Qatar encontró un sendero para hacerse con un Mundial. Sí, la organización del 2022 sigue siendo suya.