Los hackers de la Liga
El Reportaje
El fútbol español ha conseguido plantar cara a la piratería con un equipo y herramientas propias
“Si vieseis el equipo de hackers que tenemos os sorprendería. Creo que somos los primeros que, por nuestros propios medios, hemos conseguido luchar de una forma efectiva contra la piratería. Incluso hemos desarrollado herramientas que está utilizando el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, porque se las hemos cedido”. Durante un encuentro informal que Javier Tebas mantuvo recientemente con La Vanguardia uno de los aspectos de los que estaba más orgulloso de su gestión era la batalla que había emprendido contra la piratería.
Porque más allá de sus desencuentros con la federación y de los claroscuros del contrato con el que pretende llevar partidos de la competición a Estados Unidos, uno de los éxitos de la gestión del presidente de la Liga es la creación de este departamento que combate con eficacia webs, cuentas en redes sociales y aplicaciones que difunden ilegalmente su contenido. Se trata de un equipo propio de ingenieros informáticos y expertos en redes sociales, apps y ciberseguridad con el que no cuenta ninguna otra de las principales ligas que no sólo ha generado sus propias herramientas, sino que ya presta su servicio a la liga belga.
“No sirve de nada encontrar contenidos difundidos de forma ilegal, hay que retirarlos con agilidad y siempre de acuerdo a la ley”
Acceder a sus instalaciones, una gran pecera aislada en las oficinas de la Liga, es penetrar en una zona restringida. Salvo las visitas, acompañadas, sólo pueden entrar los miembros del departamento mediante su huella. Con sus especificidades, todos los hackersde la Liga tienen como objetivo revisar los contenidos potencialmente ilegales detectados y chequeados por dos programas propios, diversas herramientas de las propias redes sociales y por los informes de los 60 colaboradores que el departamento tiene en otros países.
“No sirve de nada encontrar contenidos difundidos de forma ilegal, hay que retirarlos con agilidad y siempre de acuerdo a la ley. Ese es el objetivo de cada una de nuestras actuaciones”, explica el responsable del área, Emilio Fernández. Para ello existe un riguroso protocolo. La Liga no puede hackear webs ni cuentas, aunque sí alertar a sus gestores de la infracción para que éstos eliminen los contenidos al tener total facultad para ello.
La Liga ha denunciado 42.957 vídeos y eliminado un 95,81%en lo que va de competición
“En YouTube, donde se difunden la mayor parte de contenidos ilegales, hemos conseguido que los vídeos se retiren en sólo cinco segundos, una media similar a la que tenemos en otras redes sociales populares como Facebook, Twitter o Instagram gracias a los convenios que tenemos con ellas o por la implementación de sus propias herramientas antifraude –prosigue su explicación el responsable de Antipiratería–. En el caso de las webs o canales de televisión sobre IP lo que hacemos es ponernos en contacto con sus titulares para advertirles de que están incurriendo en un delito y, si persisten, con sus servidores o servicios de hosting para que sean ellos quienes los bloqueen aportándoles un completo informe de la actividad”. Todo ellos sin renunciar a la vía legal, por más que tanto dentro como fuera de España resulte farragosa y lenta. Poco operativa para responder al ágil y voluble mundo del ciberdelito.
Los resultados avalan el trabajo. Cada jornada liguera se difunden sin derechos unos 30.000 vídeos de diferente duración y puede haber hasta 400 webs emitiendo contenidos, según los datos que ofrece el propio Emilio Fernández. Algunos de estos vídeos están grabados por los propios aficionados desde los estadios sin ninguna finalidad delictiva ni, mucho menos, lucrativa. Pero la Liga no establece distinciones. “Todo lo que pasa en un campo de fútbol de la Liga durante 90 minutos tiene unos titulares y no podemos hacer excepciones”, responde el responsable del departamento a los aficionados que han visto cómo vídeos que habían compartido en sus redes sociales desaparecían.
En lo que va de competición –hasta la pasada jornada–, la Liga ha denunciado 42.957 vídeos y eliminado un 95,81% tras rastrear una veintena de redes sociales que han dado por buenas casi la unanimidad de las denuncias. Eso supone un incremento del 4,9% respecto al mismo período de la pasada temporada. Asimismo ha denunciado en estas jornadas 3.867 perfiles –un 21,07% más que hace un año–, en su mayor parte por el uso indebido de la marca. La gran mayoría han sido también eliminados al avalar las plataformas que sus usuarios trataban de hacer un negocio ilícito.
Aunque la principal novedad de esta campaña es la lucha contra las aplicaciones móviles que también difunden contenidos. En estas ocho primeras jornadas la Liga ha denunciado 537 apps, de las que 500 ya han sido eliminadas. Contaban con más de 18,5 millones de descargas. En cuanto a las webs con contenido ilegal, primer caballo de batalla, los indicadores muestran un espectacular descenso de usuarios desde los 7,3 millones que tenían en noviembre de 2015 en España, cuando la Liga empezó su lucha contra la piratería, a los 1,7 millones estimados el pasado julio. En todo el mundo son aún 50,7 millones.
En comparación con otros sectores, el éxito de la batalla planteada por el fútbol es notable. El último informe del Observatorio de la Piratería que elabora La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, referido a 2017, señala como el fútbol es el que más desciende en contenidos pirateados respecto al año anterior (-7,5%). El informe cifra en 355 millones de euros el valor defraudado en ese período. El de la música, las películas y los videojuegos superan con creces los 5.000 millones cada uno.
De ahí que la Liga haya ofrecido sus servicios y, sobre todo, sus herramientas al Ministerio. Son dos: Marauder y Lumiere. La primera rastrea y geolocaliza infracciones en webs, redes sociales y apps. La segunda obtiene evidencias del presunto delito o infracción y realiza un completo informe con identidades y estadísticas. “Los objetivos y tempos del Ministerio son diferentes a los nuestros, pero me consta que los expedientes para clausurar webs de pirateo ya han pasado del año a los tres meses”, concluye el responsable de Antipiratería.