Lo mejor de la alfombra roja: del maquillaje en perlas de Greta al vestido más deslumbrante de los Goya

La alfombra roja de la 34 edición de los Goya se ha impregnado de blanco tras el desfile de actores y actrices del momento. Sin duda este año el negro ha quedado relegado a un segundo lugar y aunque ha habido poca variedad en la paleta de colores, esta alfombra roja ha dejado vestidos para el recuerdo.

Esta pasarela ha sido sinónimo también de romanticismo. Encajes, pedrería y gasa han dominado las elecciones de vestuario de esta noche. Paz Vega, una veterana en esta alfombra roja y en las listas de mejores vestidas, ha lucido un diseño impecable, en lentejuelas blancas, de hombreras y en corte sirena.

Otra de las elecciones más aplaudidas de la noche ha sido la de Ana Fernández. Ella ha sido de las pocas invitadas que ha optado por el rojo. Y no un rojo cualquiera. Un rojo vivo e intenso que ha destacado ante la estela de vestidos blancos. La prenda lucía un original escote, con transparencias y bordados que daban un aire novelero y delicado a la pieza.

Otro rostro muy aplaudido en esta antesala de los Goya ha sido el de la actriz Ana Álvarez. Aunque la intérprete se ha dejado cautivar por el clásico binomio en negro. Nadie puede poner en duda la perfección de su look. Glamour, elegancia y madurez es lo que ha derrochado Sánchez a su llegada esta noche, con un vestido de Isabel Sanchís, asimétrico que destacaba por el pañuelo blanco que caía de su hombro.

María Escarmiento, exconcursante de Operación Triunfo, también se ha decantado por un look romántico y neutro. La cantante ha lucido un vestido de tirante espagueti, ajustado a su figura y con detalles florales en el miso tono repartidos en uno de los laterales de la pieza.

Si hay un nombre que ha despuntado en este desfile de estrellas ha sido el de Ana Castillo. La actriz ha sido tendencia en las redes durante la velada por la espectacularidad de su vestido. Una pieza asimétrica con una vertiginosa obertura en uno de los laterales y hasta la cintura, donde se recosía con una cenefa de lentejuelas plateada.

Y si algo hay que premiar en esta alfombra roja es el color. Dada la poca variedad de tonalidades y osadía de los invitados, si esta noche se diera un premio a la originalidad llevaría el nombre de Belén Cuesta. La actriz ha arriesgado luciendo un vestido turquesa de kilométrica cola y con guantes largos a juego. Una puesta difícil que sin embargo ha aportado frescura a una noche con poco color.

En la misma línea se ha situado Penélope Cruz. La actriz ha lucido un diseño de motivos florales en tonos rosas y verdes. Un vestido muy primaveral que ha traído un poco de alegría a la alfombra roja de estos premios.

La actriz Maribel Verdú ha sido en esta ocasión la chica ‘de oro’ de Dior al llevaba un vestido de shantung negro con mangas cortas de la colección Crucero 2020.

Es uno de los nuevos y más prometedores rostros del cine. Su pasión por la moda es de sobra conocida y tras su elección para esta velada ha demostrado que también en alfombra roja va a dar que a hablar.

La actriz Greta Fernández ha lucido unas pequeñas incrustaciones de perlas para el rostro como maquillaje. Una tendencia que surge de series como Euphoria y que en las alfombras hollywoodienses ya es un habitual.

Los hombres también han tenido un papel destacado en la pasarela de los Goya. Los trajes masculinos también se han teñido de negro en esta alfombra roja y uno de los que mejor lo ha lucido ha sido Fran Perea.

Raquel Sánchez Silva ha sido de las pocas invitadas que ha lucido un dos piezas. La presentadora ha dejado en un segundo plano a los vestidos de su alrededor al optar por un ceñido y espectacular cuerpo de pedrería plateada y con formas florales.