Kim Kardashian ha seguido los pasos de Bella Hadid y se ha inspirado en aquellas prendas que triunfaban en los 2000 para volver a ponerlas de moda. Así lo ha demostrado con uno de sus últimos looks que ha lucido en Nueva York, donde ha sorprendido con un top negro con lentejuelas que le jugó una mala pasada con los flashes de las cámaras, ya que el tejido semitransparente hizo que se vieran sus pezones.
Pero más allá de esta anécdota, lo cierto es que la prenda tenía el escote que reinaba hace 18 años: el escote ‘halter’. La empresaria recuperó este top de malla metálica con una cadena muy fina al cuello de Ferrara. Una prenda que tiene un coste de 650 euros y que llevó con un pantalón negro de cuero, otra de las tendencias que este otoño regresa con fuerza.
Con este estilismo Kim parecía hacer un guiño a esas noches de fiesta con Paris Hilton y Britney Spears en las que lucían vestidos y camisetas con este tipo de escote que también se vio sobre la alfombra roja de la mano de actrices como Gwyneth Paltrow o Keira Knightley.
Un escote que favorece especialmente a las mujeres que tienen los hombros anchos y la espalda atlética, así como aquellas que tienen un pecho pequeño. Es uno de los escotes más cómodos de llevar y también uno de los más sexys porque deja al descubierto los hombros.