La reina Letizia ha cerrado su agenda en solitario de esta semana con un nuevo estilismo de impacto. La monarca, que el miércoles ya causó sensación en la reunión de trabajo con los miembros del Consejo Nacional de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) con una falda de cuero de Hugo Boss y una blusa azul de POL Studio, asistía este jueves a los Premios Luis Carandell de Periodismo.
Estos galardones se habían convertido en uno de los actos imprescindibles en la agenda de doña Letizia hasta 2015, puesto que la convocatoria de 2016 quedó desierta. Siete años más tarde, el Senado recuperaba este 2022 unos premios que reconocieron la trayectoria de Joaquín Anastasio González, Loreto Gutiérrez Prats y Silvia Mascareño Díaz.
Para este encuentro con sus antiguos compañeros de profesión, la esposa del rey Felipe VI recuperó uno de sus diseños favoritos de su armario. Doña Letizia apostó una vez más por el rojo, su color predilecto para las ocasiones señaladas, con un vestido de Carolina Herrera que estrenó en septiembre de 2018 en Asturias.
La monarca se enfundó una vez más un diseño con efecto falso fajín, es decir, que tiene un efecto estilizador gracias a este detalle en su cintura con el que consigue una silueta más afinada. Además, el diseño destacaba por su cintura marcada con dos ribetes que subían hasta la zona del pecho que bajan por las mangas y un escote muy sofisticado.
Un vestido con falda ‘midi’ de estilo lápiz que doña Letizia combinó con un bolso de mano granate con efecto estampado cocodrilo y salones a juego de Magrit, una de sus firmas favoritas.
La experiodista optó una vez más por dejar su melena suelta con la raya en medio y las puntas ligeramente onduladas para aportar movimiento a su cabellera con sus ya características canas. En cuanto a las joyas, optó por unos pendientes colgantes de diamantes y rubíes y su inseparable anillo dorado de Karen Hallam.