El traje con falda, un estilismo poderoso que regresa fuerte este otoño

Yves Saint Laurent revolucionó el mundo de la moda por Le Smoking, entre otras muchas prendas icónicas. Para la temporada de otoño-invierno 1966/1967, el diseñador hizo una particular versión del clásico traje masculino que se convirtió en uno de los símbolos de reivindicación del paper de la mujer en la sociedad. De hecho, cincuenta años más tarde, el esmoquin sigue de moda como se ha podido ver recientemente en una de las apariciones de Meghan Markle.

Sin embargo, si hablamos de empoderamiento femenino hay otro conjunto que siempre se ha relacionado con el poder y que ahora regresa con fuerza: el traje de chaqueta y falda. En 1916, Coco Chanel sorprendió por diseñar prendas pensadas para una mujer moderna y emancipada y lo hizo con un traje de tres piezas de punto que se convirtió en un básico en el armario. Con este conjunto la diseñadora rompió con el corsé y liberaba el cuerpo para aportar más movimiento.

Años más tarde, este estilismo empezó a cobrar significado gracias a películas como The Big Sleep, con una Lauren Bacall que sedujo a Bogie con un traje de chaqueta de cuadros, o en The birds, con Tippie Hedren luchando contra los pájaros con un conjunto verde manzana. Ellas no solo eran las protagonistas de las producciones, también eran unas luchadoras que se convirtieron en iconos.

Pero el éxito del traje de dos piezas llegó en la década de los 50, cuando Chanel relanzó su etiqueta con una imagen impactante. La diseñadora posó en su taller de Rue Cambon con un conjunto blanco ligeramente entallado e incorporó el famoso collar de perlas y un sombrero. Un look que remató con un cigarrillo con el que emanaba poder.

El estilo parisino de Chanel se convirtió en apenas unos meses en un elemento de glamour y de estatus mundial que cada vez llevaban más mujeres. Entre ellas, Jackie Kennedy, que recurrió a este junto en varias ocasiones, de hecho, lo llevó en uno de los momentos más tristes en su vida: el asesinato de su marido John F. Kennedy. La entonces Primera Dama optó por un conjunto de tweed rosa de Chanel que quedó salpicado de sangre y se convirtió en un símbolo de tragedia.

Pero fue en los años 80 cuando el traje de chaqueta y falda se convirtió en el nuevo uniforme de la mujer poderosa. Margaret Thatcher, Primera Ministra del Reino Unido de 1979 a 1990 solía lucir este estilismo para trabajar, un look que también se vio en una película que fue toda una declaración de intenciones: ‘Armas de mujer’ (1988). Tess McGill (Melanie Griffith), una de las protagonistas, lleva este conjunto para trabajar como secretaria que adquiere la identidad de su jefa, que es una influyente mujer de negocios.

También en los años 90 tres célebres personajes cinematográficos apostaron por el traje de chaqueta. Por un lado, Cher Horowitz (Alicia Silverstone) en ‘Fuera de onda’. El ya emblemático conjunto de cuadros amarillos, que este año ha vuelto a ser tendencia, formaba parte del armario de la chica californiana más popular del instituto. Una vez más, estas prendas volvían a relacionarse con el poder.

Tampoco podemos olvidar a la abogada Ally McBeal (Calista Flockhart), que aparecía en el bufete con diferentes conjuntos pero con una novedad: el largo de la falda. En la serie se optó por acortar la prenda y empoderar a una mujer autosuficiente y moderna, que enamoró a la audiencia con sus fantasías y alucinaciones.

La tercera protagonista es la inolvidable Samantha Jones (Kim Catrall) de ‘Sexo en Nueva York’. Mientras su amiga Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) se pasó casi toda la serie llevando traje pantalón, Jones se convertía en una exitosa publicista que destacaba por sus looks sensuales con este conjunto como gran protagonista.

Este símbolo de poder también se ha visto en la realeza. En los años 90, Diana de Gales, optaba por el conjunto con la falda por encima de la rodilla pero mucho más larga que Amy McBeal. También la reina Letizia lo ha llevado en varias ocasiones, la última este pasado mes de septiembre.

Pero esta temporada las marcas han apostado claramente por recuperar el traje de falda que ya tiene una gran seguidora: Bella Hadid, una fan declarada de la moda de los años 90. Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, ha actualizado el conjunto a través de sus colecciones, incorporando nuevos elementos pero siempre confeccionado en tweed, el tejido estrella de la maison.

También Moschino, Louis Vuitton y Balenciaga han viajado al pasado para recuperar el estilo working girl de los años 80 que ahora vuelve a ser tendencia. Firmas ‘low cost’ como Asos o Bershka ya tienen a la venta los conjuntos perfectos para este otoño-invierno. Aquí unos ejemplos: