El festival Burning Man, uno de los más conocidos de Estados Unidos, ha vivido la peor edición que se recuerda como consecuencia de las fuertes lluvias que cayeron el pasado viernes en Black Rock City, Nevada, y que han causado un muerto además de dejar a miles de personas atrapadas en mitad del desierto con los vehículos incapaces de avanzar a través del fango.
Por lo que respecta a la persona fallecida, las autoridades de Nevada han anunciado que estaban investigando una muerte ocurrida durante un "evento de lluvia" el sábado, pero no ha proporcionado detalles de la causa de la muerte ni de la identidad de la persona. "La familia ha sido notificada y la muerte está bajo investigación", se limitó a comunicar la oficina del sheriff.
Muchos de los asistentes al acto desoyeron los consejos de las autoridades, que aconsejaban permanecer en el lugar a la espera de ayuda, y echaron a andar en dirección a una carretera principal a la espera de los autobuses enviados por la organización del festival, que se celebra desde 1986. El sargento de la oficina, Nathan Carmichael, explicó que actualmente hay "más de 70.000" personas varadas en el festival y que "algunas personas se están yendo", pese a la insistencia de los organizadores en que es más seguro quedarse.
Entre quienes decidieron huir por su propio pie el sábado estaban el comediante Chris Rock y el músico DJ Diplo, que había actuado en el festival, quienes caminaron 10 kilómetros entre el barro del desierto y lograron después salir del festival en la camioneta de un fan, según muestran vídeos publicados en las redes sociales.
Por su parte, la organización del festival también recomienda a los asistentes permanecer encerrados en sus vehículos hasta que finalice la tormenta, pues solo los 4x4 pueden rodar sobre el fango. Los organizadores han invitando a los participantes a “conservar agua, alimentos y combustible y encontrar un refugio cálido y seguro” y están trabajando para desplegar antenas que proporcionen acceso a Internet.
"Venimos aquí (en medio del desierto, nota del editor), sabiendo que es un lugar donde debemos traer todo lo necesario para sobrevivir. Es por eso que todos estamos bien preparados para este tipo de evento meteorológico", aseguraron los organizadores el sábado en un comunicado. En todo caso, las inclemencias no les han hecho desistir en su voluntad de quemar el "hombre" gigante, en un ritual que tradicionalmente pone fin a este evento.
El festival Burning Man se rige por sus propias normas, entre ellas la de no aceptar dinero de sus asistentes, que deben llevar sus propias provisiones para pasar siete días en el lecho vacío de un antiguo lago en el desierto de Nevada, donde el lugar más cercano se encuentra a 40 km. Eso sí, la entrada cuesta alrededor de 500 euros,