Paul Schrader, el director de películas como la todavía no estrenada en España Oh Canada, y autor de los guiones de Taxi Driver, Toro salvaje o La última tentación de Cristo, tiene ideas sobre el uso de la Inteligencia Artificial en el cine que lo alejan de la mayoría de sus colegas de profesión. Hace unos días colgó un post en Instagram en el que explicaba que había estado preguntando a ChatGPT: “dame una idea para una película de Paul Schrader” y el resultado le sorprendió porque era muy bueno. Más tarde lo estuvo probando con “Paul Thomas Anderson, Quentin Tarantino, Harmony Korine, Ingmar Bergman, Rossellini, Lang, Scorsese, Murnau, Capra, Ford, Spielberg” –nótese que en el universo Schrader, las realizadoras no existen– y siempre, según él, las ideas que le aportaba la IA eran tan buenas como las que podrían haber tenido esos directores. Lo que ha expresado en otras ocasiones tiene más sentido: que la IA no se va a ir a ninguna parte y la profesión debe encontrar la manera de integrarla, y que gran parte de los guiones que se escriben ya, sobre todo para los contenidos más algorítmicos que estrenan las plataformas, ya están de alguna manera escritos siguiendo patrones, y muchos realizadores estrenan a veces productos que parecen una réplica de sí mismos perpetrada por ChatGPT. ¿O no es El jurado una especie de IA de Clint Eastwood?
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Portada del libro de Daria Serenko
PROSA CARCELARIA
“Me gusta que este texto no pretenda ser el reflejo de una experiencia única, no es ninguna suerte de primer testimonio sino lo contrario se confunde entre otros similares, uno más entre los textos de prosa femenina carcelaria y del gulag”. Quién escribe esto es Daria Serenko, poeta rusa y activista contra el régimen de Putin, en Deseo cenizas para mi casa (Errata Naturae), su dietario de cárcel, escrito en los días que precedieron a la invasión rusa de Ucrania. Reconociéndose parte de un linaje de autoras presas, cita a Evguénia Guinzburg, una escritora y periodista que fue condenada a 18 años de trabajos forzosos durante la Gran Purga estalinista, y a Kira Yármish, ex secretaria de prensa de Alexei Navalni que novelizó su estancia en la cárcel. Serenko, nacida en 1993, se hizo famosa en el 2016 por una acción llamada Piquete silencioso, que consistía en viajar cada día en el metro de Moscú con pancartas con lemas feministas y antibelicistas, así como poemas de autores rusos disidentes. En la actualidad, Serenko vive en Georgia como refugiada, aunque existe una orden de arresto contra ella y el régimen ruso la tiene en su lista de enemigos.
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Las sillas en la portada del disco de Bad Bunny
LA MONOBLOC, EN EL CARIBE Y MÁS ALLÁ
En la era post Taylor Swift, todo artefacto pop tiende a ser analizado bajo el prisma del easter egg, del mensaje oculto que los fans deben descifrar. Y el último disco de Bad Bunny, Debí tirar más fotos, también está pasando por ese proceso. Hay hilos en redes dedicados a analizar foto de la portada, en la que aparecen dos sillas de terraza de plástico desparejadas delante de un platanero. Para algunos, es un mensaje de añoranza a la ex novia del cantante, la activista Gabriela Berlingeri, porque existen fotos de ambos sentados en asientos similares. Lo que sí encierra seguro la foto es una metonimia del estilo de vida caribeño, de sacar las sillas afuera, jugar al dominó y alternar, como dice también una de las canciones del álbum, el café con el ron. Al menos una de las de la portada es una Monobloc, considerada la pieza de mobiliario más vendida del mundo. Tuvo su propio documental, titulado sencillamente Monobloc, estrenado en el 2021 y que sigue la historia de la silla y su presencia en lugares como India, Brasil y Suráfrica, y una exposición en el museo Vitra, en la que varios diseñadores y artistas relevantes propusieron versiones de la humilde pieza de plástico.
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David Bowie en 'Twin Peaks'
LOS DOS DAVIDS
Los dos eran (casi) universalmente adorados tanto por su talento visionario como por ser, a todas luces, majísimas personas. Y no es extraño que la muerte de David Lynch en un enero gélido haya recordado a muchos a la muerte de David Bowie, que también ocurrió en un enero gélido, el del 2016. Los dos fallecimientos generaron el mismo tipo de desamparo y sentimiento de orfandad, tanto en los fans como en la gente que los trató. Entre ellos, los dos Davids también se admiraron. Bowie apareció en Twin Peaks: el fuego camina conmigo, la película precuela de la serie, haciendo de agente del FBI, y el director le dio al músico un vestuario acorde a su impecable sentido del estilo. Bowie tendría que haber aparecido también en la secuela del 2017, pero falleció antes de rodar sus escenas, por lo que Lynch usó un montaje de escenas de su aparición en la película para traer de nuevo al personaje, y dedicó un capítulo. También el cineasta inspiró de manera muy directa al cantante. Su álbum Outside, de 1995, el que supuso un retorno a la colaboración con Brian Eno desde su encuentro berlinés en los setenta, es un disco conceptual que cuenta la historia de un policía que investiga la muerte de una joven en un pueblo pequeño de Estados Unidos.