Un paseo con Francisco Umbral en forma de tebeo
CULTURA/S
En ‘La mentira por delante’, Lorenzo Montatore firma una ingeniosa y umbraliana biografía gráfica
Sostenía Francisco Umbral que “el biógrafo siempre se halla poseído por el biografiado”. Lo sabía bien porque además de prolífico periodista, novelista y poeta, escribió semblanzas sobre Gómez de la Serna, Larra o Lorca que no consideraba biografías al uso sino un “paseo de un escritor por otro escritor”.
En La mentira por delante, Lorenzo Montatore (Madrid, 1983) trata a Umbral de la misma manera y así esta biografía gráfica en forma de tebeo –palabra que Montatore reivindica– es la más umbraliana posible por sorprendente que pueda parecer, pues resulta innovadora, impresionista y asombrosamente rica en el lenguaje utilizado, que es el de la historieta.
La composición de las páginas cambia a cada secuencia para ajustarse mejor al asunto que trata. Los personajes son casi iconos pero resultan más expresivos que el retrato más detallista; trazos gruesos y sintéticos donde aflora la capacidad superlativa de Montatore como caricaturista. Su dibujo ha digerido bien influencias en apariencia dispares como las de Tono, Manuel Vázquez o Max, hasta cristalizar en un estilo retromoderno muy personal sublimado por un contundente uso del color.
Una biografía gráfica que se acerca con humor a las personas clave del escritor, sus lances, influencias y polémicas
El relato es fragmentario y eso lo hace vívido, porque son los fogonazos de una vida los que retratan el ingenio del biografiado. A Montatore le bastan esos fragmentos para hacer un trabajo de peso, capaz de captar los momentos y las personas clave en la vida de Umbral: su madre (la Greta de uno de sus títulos más recordados), el novelista Miguel Delibes, Berlanga o el citado Gómez de la Serna. También evoca a su mujer, María, y la muerte de su hijo, que dio lugar a su libro Mortal y rosa, y ahí el dibujo se ensarta con las palabras, creando una nueva manera de leerlas, mezclándolas con el dibujo, convirtiendo lo escrito en un espacio plástico.
Tampoco evita las polémicas que envolvieron a Umbral, desde sus lances con Pérez-Reverte, quien lamentaba en 2005 su “frivolidad superficial” camuflada “bajo la brillante escaramuza del estilo”. No falta tampoco esa frase que le convirtió en una especie de meme antes de que existieran las redes sociales, ese “he venido a hablar de mi libro” que Montatore despacha pronto como para así poder conocer al autor que habitaba detrás de la anécdota.
Lorenzo Montatore
Expresionismo pop
Con su primera obra, La muerte y Román
Tesoro (De Havilland, 2016), Montatore fue nominado como autor revelación en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Nada raro si tenemos en cuenta que ese pequeño álbum, con un humor deliciosamente surrealista con una estética expresionista pop, fue una de las sorpresas de la temporada. Le siguieron títulos como ¡Cuidado, que te asesinas! (La Cúpula, 2018) o Queridos difuntos (Sapristi, 2020) que le confirmaron como uno de los autores más interesantes del panorama historietístico nacional. Capaz de combinar el cómic clásico con las tendencias más actuales, o la literatura con los videojuegos, Montatore es la firma artística de Javier Lorenzo García, que tomó ese pseudónimo de unos cómics italianos de la década de los setenta.
Lorenzo Montatore