Cuando Pilar Palomero conoció la existencia de centros para adolescentes embarazadas en riesgo de exclusión social supo que tenía que hacer una película. La ganadora de cuatro premios Goya, entre ellos el de Mejor Película, por Las Niñas, explica a La Vanguardia que “la gente no conoce estos centros y estarían muy equivocados sobre el perfil de chicas que están acogidas […] Yo misma en un inicio tenía algún que otro prejuicio”.
Quería comprender este universo y para ello se puso manos a la obra y habló tanto con el personal como con las internas de dichos lugares. En cuanto conoció sus historias, “supe que tenía que hablar de todo ello. Porque, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a una madre adolescente?”, admite. Surgió así su segundo largometraje, La Maternal, que desde hace unas semanas se está rodando en una torre de
ahora mismo se está rodando en Barcelona y que antes ha pasado también por Los Monegros. Un filme que se espera que llegue a las salas de cine a mediados de 2022.
La gente no conoce estos centros y estarían muy equivocados sobre el perfil de chicas que están acogidas
La cinta cuenta la historia de Carla, una chica de catorce años que se queda embarazada y que acaba siendo acogida en uno de estos centros. “Allí, además de enfrentarse al propio reto que supone la maternidad, también intenta sanar la relación con su madre, Penélope”, adelanta la cineasta. Madre a la que da vida la actriz Ángela Cervantes, a quien ya vimos brillar en Chavalas y que ahora vuelve como coprotagonista en este filme. La intérprete cuenta a este medio que se toma muy a pecho este papel pues “que la gente entienda el papel de estos lugares así como las historias de sus personajes es toda una responsabilidad y por ello trato de informarme lo mejor posible”.
La sociedad no juzga únicamente a la niña que se queda encinta a una edad temprana. También a la madre
Cervantes pone así énfasis en el papel de los progenitores ya que “la sociedad no juzga únicamente a la niña que se queda encinta a una edad temprana. También a la madre, pues la gente se pregunta qué ha pasado en esa familia para que tu hija menor de edad vaya a tener un bebé”. Una complejidad que, en palabras de Palomero, “Ángela ha sabido captar a la perfección. Su trabajo es maravilloso y ha aportado muchos más matices a Penélope de los que tenía planteados en el guion. Ha sabido dotarle de fuerza y, a la vez, de una vulnerabilidad que no ha hecho otra cosa que enriquecer al personaje”.
El elenco lo completan, entre otros, Rubén Martínez, que repite experiencia con la directora tras su paso por Las niñas, esta vez como coach en el centro de acogida así como toda una serie de intérpretes no profesionales. “Gran parte ha vivido en su vida experiencias similares a las de las protagonistas. Por ello, creo que era fundamental contar con su testimonio. Tenemos mucho que aprender de ellas”, admite la realizadora, que a su vez reconoce que el que se pongan por primera vez delante de cámara es una ventaja “porque aportan frescura y veracidad a la trama”.
Las chicas no saben qué escenas vamos a grabar hasta que se ponen delante de cámara
Una naturalidad que también trata de conseguir con su método de trabajo, pues no anuncia a los actores qué van a rodar hasta el último momento. “Las chicas no saben qué escenas vamos a grabar hasta que se ponen delante de cámara. Trabajamos muy sobre el momento. Poco a poco, conforme avanza la película, son ellas las que van hilando todo”. Un modus operandi que Ángela Cervantes ve como “una verdadera gozada […] Aprendes el texto pero luego lo olvidas para centrarte en el personaje. Hay un factor magia que Pilar hace que sea posible. Como actriz, es todo un sueño”.
Palomero espera poder seguir trabajando así por mucho tiempo y que "lo que está ocurriendo ahora, me refiero a que somos cada vez más mujeres dirigiendo, no sea un espejismo". Así, denuncia, que "falta paridad en la industria y no tiene sentido que en las escuelas de cine haya el mismo número de alumnas y alumnos pero que luego en el mundo laboral esto no se traduzca. Ahí es cuando uno puede darse cuenta de que algo está fallando. Hay más mujeres al mando, sí, pero no nos confiemos, falta todavía camino por recorrer".
Con todo, destaca, "es importante el apoyo que nos damos las unas a las otras y que haya referentes para los más jóvenes. El hecho de que mujeres como Carla Simón o Belén Funes hagan sus primeras películas y logren esa visibilidad, obviamente anima y da fuerzas".
Falta paridad en la industria y no tiene sentido que en las escuelas de cine haya el mismo número de alumnas y alumnos pero que luego en el mundo laboral esto no se traduzca