María del Puy Alvarado: “Hay un cambio generacional en los Goya”

académica de Hollywood

La productora y académica de Hollywood concurre a los premios del cine español con los documentales 'Anatomía de un dandy' y 'El agente topo'

María del Puy

María del Puy Alvarado 

OSCAR FERNANDEZ ORENGO

Como productora de cine, la donostiarra María del Puy Alvarado ejerce una de las actividades más importantes y menos conocidas de esta industria: la que hace girar sus engranajes. Académica de Hollywood a raíz de la nominación a los Oscars del corto Madre –dirigido bajo su impulso por el cineasta Rodrigo Sorogoyen–, ahora Alvarado concurre a los Goya con dos documentales: Anatomía de un Dandy, filme de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega sobre el Paco Umbral oculto tras de su disfraz público, y El agente topo, de la chilena Maite Alberdi: la insólita historia de un hombre mayor que se infiltra en una residencia de ancianos para investigar un caso de posible maltrato. En el segundo caso, a la nominación para el Goya a mejor película iberoaméricana se suma su doble selección en la short list de los Oscars a mejor documental y a mejor película internacional. 

Alvarado encarna al mismo tiempo el auge de los documentales en el cine español y la irrupción en él de una nueva generación, la de los cineastas y productores en torno a los 40 años. Por ahí se andan, además de ella misma y de los realizadores de Anatomía de un dandy y El agente topo, los principales responsables de la gran favorita que es Las niñas (Pilar Palomero), o los directores de los también potentes documentales El año del descubrimiento (Luis López Carrasco) y My Mexican Bretzel (Nuria Giménez Lorang).

En esta entrevista con La Vanguardia, la productora se reivindica como integrante de esa nueva y pujante generación, aun “con toda admiración” por las que le preceden y le siguen, precisa. Pero antes nos explica qué significa formar parte de la élite del cine occidental.

¿Cómo fue a dar a la Academia de Hollywood y qué implicaciones tiene su presencia en ella?

Cuando me nominaron a los Oscars del 2019 por el corto Madre, me dijeron que estaba dentro, sin preguntar. Así es como lo hacen siempre, aunque luego tú puedes aceptar o no. Yo dije que sí. Y en cuanto a lo que supone, no hay obligaciones: puedes votar a los Oscars y los premios de la Academia a las escuelas de cine. Yo voy votando. Además, y con la excepción de las restricciones de la pandemia, normalmente podemos asistir a un montón de pases de películas nominadas, entre otras actividades, tanto en Los Ángeles como en Londres y, cada vez más, en Madrid. También te ofrecen hacer de mentor de aprendices de lo tuyo.  Te envían un carnet y tienes que pagar unas tasas que son más altas que las de organizaciones similares en España. Últimamente están haciendo un esfuerzo por aumentar la diversidad y la juventud de los académicos. Y por acercarse a la igualdad de género.

Pero la política de diversidad de Hollywood no siempre es coherente. Por ejemplo, algunos grandes estudios están muy combativos con el racismo sin prestar tanta atención al machismo...

Sí, hay cosas que llaman la atención, Para mí, la historia es la que es y no se puede cambiar. Lo que el viento se llevó nació en un momento muy diferente al actual. Hay que contextualizar y, eso sí, enseñar a los niños cómo eran las cosas entonces y por qué ahora no aceptamos algunas de ellas. La educación es la clave. Pero las películas nacen con su época. Cleopatra, con los ojos de hoy, sería muy diferente de las versiones clásicas del cine.

Como creo que su actividad no es muy conocida, tengo que preguntarle qué hace exactamente una productora en España

Siempre digo que los productores tenemos que tener un punto de soñador y de aventura. Nuestro trabajo es altamente creativo porque elegimos por qué proyectos apostamos. Tenemos que enamorarnos de cada película. Todas nos acompañan durante muchos años. Unas veces llegan de fuera y otras veces surgen de la propia iniciativa, como fue mi caso con el documental Elena Asins-Génesis, que llegó a la preselección de los Oscars. El caso es que las productoras no nos limitamos a buscar ventanas de financiación. Le ponemos mucha emoción-

¿Y, desde el punto de vista material, merece la pena ser productor cinematográfico hoy en día en España?

Yo rica no soy. A nuestra generación nos ha costado todo mucho salir adelante. Justo cuando terminé la carrera (de Ciencias de la Información) se acuñó el término mileurista. Luego, a los dos años de haber creado la productora Malvalanda en el 2006, llegó la recesión. Y cuando parecía que levantábamos cabeza, la pandemia. Pero soy optimista y creo que vamos a encontrar nuestro lugar. 

Con la pandemia algunas productoras hemos encontrado huecos que no teníamos, sobre todo para los documentales"

¿Pero las cuentas salen?

Está siendo un año de grandes pérdidas para el cine. En Los Ángeles las salas siguen cerradas. Para la cultura en directo y los cines, esto es un drama. Reconozco que las productoras, en cambio, podemos encontrar huecos o lugares favorecidos. Nos ocurrió con Anatomía de un dandy, que estuvo seis semanas en cartelera, se reestrenó a raíz de su nominación a los Goya en enero, sigue por ahí en pases de sala y está en Filmin

¿La pandemia ha hecho crecer el cine modesto?

Al documental le ha dado una pequeña oportunidad. No es que haya una grandísima tradición del género en España, ni en producción ni en demanda, pero ahora está creciendo. Ha saltado a las salas y se ha abierto camino. Y las plataformas han impulsado la producción de documentales.

Qué le animó a producir los dos filmes con los que acude a los Goya?

En el caso de Anatomía, me pareció interesante hacer una película sobre una de las figuras más importantes de las letras y el periodismo; un escritor que había recorrido con gran éxito  varias décadas clave de nuestra historia. Pero lo mejor es cómo el filme descubre a la persona que había detrás del personaje que él había creado. En cuanto a El agente topo, me interesaba mucho el trabajo de la directora. Su planteamiento me resultó  atractivo. Y el tema que toca, el mundo de las residencias, me parece importantísimo. Ahora la pandemia lo ha llevado a la actualidad, sólo que en película de terror.

Las películas que ganan muchos premios  Goya suelen reestrenarse, con retornos económicos importantes"

¿En qué se traduce ganar uno o más premios Goya? ¿Aumenta mucho la recaudación?

Las películas que ganan varios  Goya suelen reestrenarse, con retornos económicos importantes. A algunas las ha lanzado a la taquilla sin que en su estreno la hubieran ni olido. Este año todo será más difícil.

María del Puy

María del Puy  Alvarado 

OSCAR FERNANDEZ ORENGO

¿La gran pantalla tiene futuro?

Sí. Soy optimista. La pandemia ha acelerado una transformación social, cultural y digital que estaba en curso. Pero aún hay muchísimos espectadores, sobre todo los mayores de 40 años, que están deseosos de volver a las salas en cuanto se hayan vacunado. Y eso no es incompatible con el auge de las plataformas. 

¿En que anda ahora?

Tenemos un documental de Luis Parés, La primera mirada, en fase de montaje. Trata sobre primera escuela de cine en España, que funcionó entre 1947 y 1962. Pese a nacer en pleno franquismo, fue un reducto de libertad. Y luego hay más cosas en proyecto. No paramos.

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