¿Qué canción catalana se dice que inspiró el tema central de ‘Capitanes intrépidos’?
EL RETO
Y mañana: ¿Qué perfume utilizaba Alejandro Magno y también Cleopatra?
Lo dijo el director Juan Antonio Bayona en un tuit de hace cuatro meses, y de modo similar lo recogen Wikipedia y otras muchas fuentes en las redes. Hablamos del tema principal de la banda sonora que Franz Waxman y Gus Kahn compusieron para la emotiva película Capitanes intrépidos (1937), de Victor Fleming. En ella, el amable y cariñoso pescador portugués Manuel Fidelio interpretado por Spencer Tracy en actuación que le valió un Oscar, consigue bajar los humos y enderezar a un malcriado mocoso de diez años, Harvey, a quien la tripulación del pesquero ha salvado del ahogamiento tras su caída del barco donde viajaba con papá.
Manuel habla y razona pacientemente con Harvey (Freddie Bartholomew) para mostrarle cómo es la vida en realidad, tanto a bordo de su goleta como en tierra. El marinero también suele cantar al crío, a quien llama pescadito. Una de las serenatas de Manuel se titula precisamente Yea-ho, little fish (¡Ay, mi pescadito!, según la traducción al castellano).
Los autores se habrían inspirado en la canción popular catalana El noi de la mare. Pero todo habría partido de un pequeño aunque para nosotros hilarante y clamoroso error. En palabras de Bayona, “a Waxman le encantó la melodía de El noi de la mare, cuya traducción malinterpretó. Mare en catalán no es mar –como debió de pensar el compositor-, sino madre. El tema es precioso y le queda como un guante a la película”. El realizador barcelonés aprovecha para recordar que la tonada, convertida en villancico, “también aparece en Vicky Cristina Barcelona”, de Woody Allen.
Todo surgió de un error de traducción al creer los autores que ‘El noi de la mare’ significaba el chico del mar
La relación entre El noi de la mare y ¡Ay, mi pescadito! es sin embargo controvertible. De entrada, la similitud es sólo clara en un pasaje del tema, hacia la mitad, en la versión con arreglos para guitarra que escribió Miquel Llobet e interpretó el maestro Andrés Segovia. Y algunos expertos como los de la asociación de estudios musicales Ainur Burgos cuestionan que Waxman se fijara tanto en la canción catalana como en otras obras antiguas.
Citan en primer lugar la de Gaitas del compositor barroco Santiago de Murcia (Madrid, 1673-1739), y señalan: “Podemos observar que en este caso el parecido a la canción ¡Ay!, mi pescadito es muchísimo mayor que el que nos ofrecía la canción catalana”.
Y más tarde barren para casa y aluden también al villancico ¿Quién quiere entrar? , cuyo origen localizan la localidad burgalesa de San Miguel del Pedroso.
Pero hay otra versión, allende los mares que surcó el pescadito, y resulta tanto o más digna de atención que las aportadas en Catalunya o Castilla. Es la que vincula el tema de la película con la melodía del folclor australiano Little Fish , al parecer muy popular en el norte del estado de Queensland aunque de posible origen portugués. Los parecidos, incluso en la letra, son tal vez los más evidentes.
No hay que descartar que el tema de la película se basara en realidad en una mezcla de cantos tradicionales de distintos rincones del mundo. Ni que esos cantos guarden interesantes aunque ocultas relaciones entre ellos. La música y el arte popular son casi siempre fruto de cruces, aprendizajes, intercambios e imitaciones, a veces inconscientes, a veces deliberados. En todo caso, Waxman (1906-1967) se llevó el secreto a la tumba.
El asesino de Trotsky, Ramón Mercader, delató su origen catalán al cantar esa melodía en la cárcel
El noi de la mare tiene otra historia fascinante detrás, ésta más unívoca y consolidada que la del pescadito. Está relacionada con el asesinato de Trotsky. Y es que, según el relato, fue el canturreo de la melodía en perfecto catalán lo que permitió descubrir la verdadera identidad del asesino del líder soviético, Ramón Mercader, quien hasta entonces se hacía pasar por el belga Jacques Mornard. Pero ése sí es otro cantar.