La industria de cine negocia para estrenar en plataforma las películas que se iban a exhibir en sala
El Covid-19 en el cine
Los productores temen graves daños y quiebras por los aplazamientos de estrenos y los rodajes parados
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La industria del cine se moviliza para evitar la catástrofe. Tanto a escala europea como ante las autoridades de cada Estado, las asociaciones de productores y demás operadores se han dirigido a los órganos comunitarios y a los gobiernos para pedir auxilio a través de distintas medidas de emergencia. Uno de los objetivos es flexibilizar las regulaciones de plazos e inversiones que obligan a estrenar las películas en salas y esperar un tiempo determinado antes de poder colgarlas en plataformas de cine en casa.
Según explica a La Vanguardia el presidente del Club Europeo de Productores, el español Álvaro Longoria, en la UE se hacen unas 1.600 películas al año. De ellas, la crisis del Covid-19 obligará a estrenar “más tarde o de manera diferente a lo previsto” alrededor de la mitad. Con la informaciones que se manejan ahora, los estrenos de cintas que estaban a punto de exhibirse en salas tardarían entre cinco y meses en proyectarse. Esto podría crear un atasco importante de estrenos en otoño e invierno.
Alrededor de 800 películas tendrán que estrenarse en cinco o seis meses o, si fructifican las negociaciones, trasladarse a sistemas online
La experiencia china y el sentido común muestran la salida. “Allí, los estrenos de las grandes películas se trasladaron de la sala al sistema online, y la medida fue un gran éxito”, señala Longoria. El problema es que en Europa existen múltiples normativas que, para proteger la exhibición en sala ante la irrupción de las plataformas, limitan y ponen plazo a los lanzamientos, en dichos medios de cine en casa, de películas realizadas para ver ante todo en pantalla grande.
En España, las subvenciones estatales a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) se condicionan al cumplimiento de ciertas regulaciones aparejadas a los estrenos en sala. Para empezar, las ayudas se supeditan al estreno en 40 salas; a la inversión de un 15% de los presupuestos en promoción, y a la espera (o periodo de ventana) de 16 semanas, tras el estreno en salas, para poder explotar la película por otros medios.
Las normas condicionan las subvenciones a los estrenos en sala, a una espera de 16 semanas antes del lanzamiento en plataforma y a una inversión del 15% en promoción
Aunque la letra de la norma sobre esta espera se refiere al periodo de tiempo que transcurre entre el estreno del filme de que se trate y su venta en DVD, en la práctica y por “ley no escrita” hay acuerdo para aguardar esas 16 semanas antes de emitir la película en plataforma.
La presidenta de la Asociación Estatal de Cine, que agrupa a 40 productores y otros agentes de la industria española, Pilar Benito, está negociando con el Ministerio de Cultura al tiempo que Álvaro Longoria lo hace con la comisaria europea de la Competencia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.
El proceso, si llega a buen puerto, tardaría “unas cuantas semanas” en sustanciarse mediante el traslado de estrenos de sala a plataformas de cine en casa
Si las conversaciones dieran frutos y se levantaran restricciones para trasladar a plataformas las películas que iban a estrenarse en salas, habrán de pasar “unas cuantas semanas” para que la normativa excepcional se haga efectiva y los productores realicen sus contratos con las compañías de contenidos audiovisuales para disfrutar en casa
Otro asunto que preocupa al sector es el de los rodajes y procesos de postproducción parados por culpa del coronavirus. Sólo en España son 32 películas, más decenas de series también en marcha. Los empresarios, en nombre asimismo de los artistas y trabajadores afectados, focalizan las conversaciones hacia el tema del cobro de indemnizaciones o ayudas a través del Consorcio de Compensación de seguros.
Sólo en España se han parado 32 películas que estaban en rodaje o ya en proceso de postproducción
La inquietud en el mundo del cine se extiende obviamente a las distribuidoras y las empresas de exhibición , que también preparan propuestas de rescate para evitar la ruina.