Marian Keyes (Limerick, Irlanda, 1963) hizo de pitonisa el viernes en la sede barcelonesa de Penguin Random House y adelantó un “sol radiante” en Barcelona para todo el fin de semana. Como mínimo para el sábado, que es cuando ella estaría firmando libros al aire libre en la segunda edición del Crush Fest, el Sónar de la literatura juvenil y para jóvenes adultos, que se celebra hasta el domingo en el recinto histórico de la Universitat de Barcelona y que espera acoger cerca de 4.000 lectores y 43 escritores, nacionales e internacionales.
Las predicciones de Keyes se cumplieron y las lectoras pudieron disfrutar de ella y de otras autoras, como la italiana Erin Doom, bautizada hasta que mostró su rostro al público como la Elena Ferrante infantil por ocultarse tras un seudónimo; o Brynne Weaver, que reconoció a La Vanguardia que TikTok fue clave para el despegue de su carrera con la saga Butcher y Blackbird (Contraluz), cuya segunda entrega acaba de llegar a librerías. “El movimiento BookTok de recomendación de libros tiene cada vez más fuerza”.

Ninfas en la Universitat de Barcelona por el Crush Fest de literatura juvenil
La plataforma literaria Bookish, encargada de la organización, es consciente de la fuerza de las redes sociales y de que la fantasía es uno de los principales géneros que mueven a los lectores más jóvenes. Por eso, propusieron para esta edición el leitmotiv del cuento de hadas, lo que animó a muchas asistentes –la gran mayoría eran mujeres– a disfrazarse de ninfas. Algunas lo hicieron por gusto, sin más pretensión que lucir diferente a como lo hacen en el día a día. Otras, en cambio, aprovecharon el disfraz para participar en el concurso que se celebraba de cosplay.
“Llevo días confeccionando la capa y cosiéndole todo tipo de detalles”, explica Lidia Barrena, que ha venido expresamente desde Granada para participar en el festival. “El año pasado me encantó y he querido repetir con algunas amigas que conocí entre estas cuatro paredes”. Se refiere a Rosa y a Virginia quienes, por supuesto, también se han convertido en ninfas por unas horas. A su espalda, la escultura de bronce Arrels, de Jaume Plensa, las mira, probablemente atónita ante tanta magia pues, además de hadas, la Universitat se ha llenado de pociones. Azules, blancas, verdes... Algunas contienen “ojos de tritón”; otras “polvo de estrellas”; y la más oscura “debe dejarse reposar a medianoche en la biblioteca de cada una”, para que proliferen las lecturas, según apunta Laura, de Corvus Alquimia.

Dos jóvenes se fotografían en un photocall del Crush Fest
Tomás Casals, director de Bookish y principal impulsor del Crush Fest ya explicó el pasado año la importancia de promover la comunidad lectora entre los jóvenes. Ayer, confirmó que, con tan solo dos ediciones, el festival “se ha consolidado como el más grande de este formato en España y en Europa. La literatura Young Adult pasa por uno de sus momentos más dulces, No hay más que ver cuánta gente ha dejado todo un sábado para venir hasta aquí a conocer a sus autores favoritos”.
En la inauguración tampoco faltó el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que insistió en “la importancia de desmentir el tópico de que los jóvenes no leen. En la franja de entre 14 y 24 años, un 73% lo hacen, según el Barómetro de Lectura. Me parece un porcentaje bestial teniendo en cuenta la digitalización y el mundo de pantallas en el que vivimos”.

Una lectora conoce a Inma Rubiales en el Crush Fest
Sería ideal decir que no hubo teléfonos inteligentes de ningún tipo y que solo los libro fueron protagonistas. “Pero, en realidad, la verdadera utopía es que puedan convivir las dos cosas y se retroalimenten, ¿no?. Que Internet no se vea solo como una distracción, sino que realmente anime a la gente a leer más. A mí, por ejemplo, me descubrió a Inma Rubiales durante la pandemia y, desde entonces, no he dejado de comprar sus sagas”, señala la joven María Lardín mientras hace cola junto a su madre para conocer a la citada autora, otra de las invitadas estrella del día y encargada de abrir el festival con una charla junto a su editora a propósito de su nueva novela, Nuestro lugar en el mundo (Planeta).
Horas después, Rubiales explica a este diario que ha firmado libros a cerca de 500 personas. “He empezado sobre las diez y no he parado hasta las dos y media”. Una gincana que acepta encantada y que no tiene nada que envidiar a la que la Associació de Joves Lectors Catalans (AJLC) ha preparado en el recinto universitario para estos días. Si ayer no pudieron terminarla, hoy tienen otra oportunidad para intentarlo. Seguro que las escritoras Mercedes Ron, Hannah Nicole Maehrer o Carrie Leighton, protagonistas de las firmas de este domingo, les pueden echar una mano.