Se considera el último surrealista vivo. El artistaplástico Seppo Similä, uno de los más cotizados en los países nórdicos, se ha construido, en un terreno en Tyrnävä, un pueblo entero a su gusto: allí ha levantado decenas de casas de madera decoradas y pensadas como una obra de arte, en un estilo a caballo entre una feria naïf y los juegos de Dalí o Magritte. Él, a sus 87 años, es el único habitante del lugar, ocupa la casa más grande de todas –por la mañana no pone la calefacción, según constatamos– y prohíbe realizar fotografías de sus cuadros, que muestran paisajes helados o boscosos, junto a desnudos o símbolos procedentes del inconsciente. Con una mascarilla, permite que los veamos pero no realiza ninguna declaración a este diario: “¡El arte se explica solo, nunca hablo de mi obra!”. En el garaje, repleto de referencias a Marilyn Monroe, un lujoso Buick, muy rojo y tuneado, que utiliza cuando se ve obligado a ir de compras al pueblo. Seppo es tal vez el único artista que vive, literalmente, en el mundo que él mismo se ha construido, con sus manos.
Seppo, el surrealista que se construyó un pueblo
Visita a una fantasía artística hecha realidad
Un artista finlandés de 87 años vive solo en la obra de arte arquitectónica que ha ideado

Aspecto del pueblo que se ha construido Seppo Similä
Mostrar comentarios
{"allowComment":"allowed","articleId":"article-10461566","url":"https:\/\/www.lavanguardia.com\/cultura\/20250309\/10461566\/surrealista-seppo-finlandia-oulu.html","livefyre-url":"article-10461566"}