Desde hace una decena de años, el dramaturgo argentino Nelson Valente es uno de los autores habituales de los escenarios catalanes. Sus propuestas tienen buena acogida y ahora, dando un paso adelante, ha escrito una obra sobre una familia catalana, pensada expresamente para la ocasión. Se trata de Amnèsia, que se estrena en la sala Petita del TNC ( 9/V-2/VI). “Es una obra donde toco un tema nuevo, que es el de una familia disfuncional”, bromea Valente, dado que sus obras se caracterizan por este tipo de familias.
Valente leyó un texto de Buñuel que hablaba de la memoria de su madre, eso lo llevó a recuerdos y referencias personales, y de aquí ha surgido Amnèsia. El dramaturgo y director explica: “Es una familia que no sabe exactamente qué hacer con sus recuerdos. La anécdota es sobre esos momentos en que los padres no se acaban de valer por ellos mismos y los tienen que ayudar los hijos, que no se acaban de poner de acuerdo”.
La sala Trono de Tarragona coproduce esta obra y cierra veinte años de historia con un futuro incierto
Mercè Aránega es la madre de esta familia singular, “con una amnesia diagnosticada”, puntualiza la actriz. Sus hijos son Joan Negrié, “que se ha ido de casa para triunfar”; Míriam Iscla, la hija mediana, que vive con su madre; y Victòria Pagès, “la hija que solo visita a la familia dos veces al año y no tiene herramientas emocionales para hacerse cargo de esta situación”, explican los intérpretes. El reparto se completa con Màrcia Cisteró, que interpreta a la esposa del hijo; y Biel Rossell, la nueva pareja joven de la hija pequeña.
Iscla resume el conflicto de la obra: “Mi personaje tiene la suerte y la desdicha de vivir con su madre. Está un poco perdida en la vida, y ha creado unas dependencias mutuas con su madre. Es quien provoca el conflicto cuando quiere que las cosas cambien”. Y añade: “Con el director hemos trabajado este drama, esta tragedia, para llegar a la comedia. Todo el drama está, pero es necesario que se vea”.
“He vivido esta situación con mi madre –manifiesta Pagès–. Lo vives a veces con humor, porque no puedes vivir un drama cada día, sería insoportable”. Iscla aclara: “No nos reímos de la madre que pierde la memoria, sino con la madre. No nos reímos nunca de ella. Es una comedia de situación y, si nos reímos, es para hacer catarsis”. “En estas cosas el teatro es muy terapéutico”, afirma Pagès. Y Valente concluye: Mi terapeuta me dijo que estaba bastante bien de la cabeza con el panorama que tenía porque sabía hacer un buen uso del humor. El objetivo de mi mirada es que la gente ría durante 80 minutos y que los 10 últimos minutos reflexione sobre lo que se ha estado riendo”.
Amnèsia es una coproducción del TNC y la sala Trono, de Tarragona. Negrié, que también firma la traducción catalana, explica que esta obra “es una buena manera de cerrar los veinte años de historia de la Trono”, y confirma que la sala cierra. En otoño harán temporada en un espacio pequeño, El Magatzem, esperando encontrar un lugar más adecuado para dar continuidad a su proyecto de éxito.